sábado, 25 de octubre de 2014

Destitución de Rodríguez Torres agudiza divisiones en el chavismo

El gobernante venezolano Nicolás Maduro destituyó el viernes al ministro de Relaciones Interiores Miguel Rodríguez Torres, en lo que representa un duro golpe al ala militarista del chavismo, encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

El anuncio, realizado por Maduro a través de la televisión estatal, se produce en medio de las repetidas exigencias de las agrupaciones paramilitares chavistas conocidos como colectivos de que el gobernante apartara del cargo a Rodríguez Torres, a quien acusan de haber ordenado las muertes de algunos de sus miembros.

Esas acusaciones, no obstante, estuvieron ausentes en el anuncio realizado el viernes por Maduro.

“Quiero anunciar que he designado a la almiranta en Jefa [Carmen Meléndez.], [como] ministra del Interior, Justicia y Paz. […] Y al general en Jefe [Vladimir] Padrino López le voy a entregar el Ministerio del Poder Popular para la Defensa para que continúe su labor de construcción de una nueva Fuerza Nacional Bolivariana”, declaró Maduro en una comparecencia en Venezolana de Televisión.

“Quiero agradecer al mayor general Rodríguez Torres por todo el esfuerzo que hizo, todo su trabajo por 19 meses, le he dicho que agarre 15 días de descanso, tiene 15 años sin descanso, … para que vaya a una nueva misión que le voy a dar, estratégica”, agregó Maduro.

Con el anuncio, el Ministerio de Interior y Justicia será ocupado por una de las militares más cercanas a Maduro, mientras que el sector militarista, conocido como 4F, pierde a una de sus más importantes figuras y quien ejercía control sobre distintos organismos de orden público, incluyendo el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).

La relación entre Cabello y Rodríguez Torres se había intensificado en meses reciente ante el creciente antagonismo entre el sector militar del chavismo y el del denominado Frente Francisco de Miranda, que representa al ala ideológicamente más dura, y en la que militan los dirigentes más cercanos a los colectivos.

“Lo que estamos viendo aquí es la punta del iceberg de un conflicto muy grave que se está desarrollando tras bastidores entre el grupo militarista y el grupo del Frente Francisco de Miranda”, dijo en Miami el asesor político Esteban Gerbasi.

“Está saliendo Miguel Rodríguez Torres que es el enemigo número uno del Frente Francisco de Miranda”, comentó Gerbasi.

Los analistas coincidieron en que Maduro ha estado jugando un difícil papel de malabarismo tratando de mantener el orden dentro de un chavismo plagado de divisiones, fuertes enfrentamientos y presiones.

Aun cuando el heredero del fallecido Hugo Chávez está mucho más identificado con el Frente Francisco de Miranda que con el ala militar, su designación de militares para puestos claves de su régimen había estado mostrando que estaba dispuesto a brindar espacio a la facción encabezada por Cabello, quien sigue ejerciendo gran control sobre el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.

Ese ordenamiento, sin embargo, comenzó a resquebrajarse tras el reciente asesinato del diputado chavista Robert Serra y las posteriores muertes de integrantes de las organizaciones paramilitares, incluyendo la del líder del colectivo 5 de Marzo, José Miguel Odreman, durante enfrentamientos con la policía.

Curiosamente, la decisión de Maduro fue tomada un día después que los colectivos emprendieran una jornada de protestas en Caracas para exigir la destitución de Rodríguez Torres y líderes claves del chavismo exigían que el gobierno investigara realmente la muerte de Odreman.

“La manera como comandos del CIPC asesinaron a cinco militantes chavistas, integrantes de un colectivo, y en vez de detenerlos y requerir la presencia de la Fiscalía procedieron a acribillarlos ante sus familiares y con docenas de disparos, es algo inaceptable en democracia”, declaró esta semana el ex vicepresidente José Vicente Rangel en su columna “El Espejo”.

“Estos graves hechos acaecidos en el país, todos por el mismo corte, obligan al gobierno a adoptar medidas de excepción para impedir la metástasis, para impedir la impunidad, para impedir el deterioro de la imagen gubernamental”, enfatizó.

La destitución de Rodríguez parecía estar precisamente dirigida a tratar de hacer eso, pero de inmediato los dirigentes del colectivo 5 de Marzo dieron a entender que no era suficiente.

“#TROPA BASTA DE CORRUPCIÓN, DE ROBARSE EL DINERO DE LA PATRIA. ENCABEZADOS POR DIOSDADO CABELLO Y SU MAFIA. Y EL PUEBLO CADA DÍA PEOR”, declaró la organización a través de su cuenta de Twitter, después del anuncio de Maduro.

“RODRIGUEZ TORRES DEBE DE PAGAR LA MUERTE DE NUESTROS COMPAÑEROS: MONTOZA, OTAIZA, SERRA, ODREMAN, MICHEL Y DEMÁS COMPATRIOTAS”, agregó.


Fuente: El Nuevo Herald

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