lunes, 23 de marzo de 2015

Regimen apoya plan nuclear iraní como principal suministrador de uranio


Artillería de Oficio

Las razones por las cuales el presidente Barack Obama firmó el pasado 9 de marzo un decreto de emergencia nacional, donde advierte que Venezuela es una amenaza y un peligro para la seguridad de su país, son muy graves.

Según nuestras fuentes de inteligencia, las causas están fundamentadas en pruebas presentadas a un grupo de legisladores republicanos por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, después de finalizar su discurso en el Congreso norteamericano, el pasado 3 de marzo, donde criticó el acuerdo nuclear emergente entre Estados Unidos e Irán y aseguró que esas negociaciones son una garantía de que Teherán obtendrá armas nucleares y pondrá en peligro al mundo. Según las fuentes, Netanyahu, en un esfuerzo para que los republicanos bloqueen el acuerdo, llevó pruebas con coordenadas de los lugares en Venezuela donde los iraníes sacan el uranio para su programa nuclear.

Cuando Netanyahu se marchó de Estados Unidos, varios legisladores se reunieron con Obama para llevarle esas pruebas, y sus asesores de inteligencia comprobaron que eran reales, así que a Obama no le quedó otra que hacer esa declaración con el objetivo de frenar el suministro de uranio. La agencia de inteligencia israelí, el Mossad, viene trabajando durante muchos años en nuestro país y tiene todas las pruebas de los envíos de uranio.

El apoyo de Venezuela al programa nuclear iraní nos insertó en el conflicto mundial, como suministrador de uranio. Los jerarcas chavistas se encargaron de decirle al mundo que Venezuela era el primer aliado de Irán. No es nada nuevo. Por ejemplo, en una reunión de la OPEP (31 enero, 2006) en Viena, el entonces ministro de Minas, Rafael Ramírez, anunció el apoyo al programa nuclear iraní y amenazó con el alza del precio del petróleo si Irán era denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

La declaración de la Casa Blanca señalando a Venezuela como un peligro para su seguridad y su política exterior, sin explicar los verdaderas razones, han sido un respiro para el desfalleciente gobierno de Nicolás Maduro, que ha sabido cobrarse un costo político y sumarse a la disidencia chavista que hace causa común contra el imperialismo.

La situación política es de una gran ambigüedad, por una parte Maduro permite la entrada de las perforadoras de la Exxon Mobil en nuestras aguas territoriales con Guyana, y por otra se desgarra en inflamas patrioteras y antimperialistas para mantenerse en el poder, atrayendo a militares chavistas que no lo apoyan. Veremos si es capaz de sacarle provecho a la VII Cumbre de las Américas, a realizarse el próximo mes de abril en Panamá, y logra éxito en la “guarimba” que le prepararán a Obama, buscando consenso entre los presidentes aliados. Aunque hasta ahora no cuentan sino con el apoyo de Evo Morales.

Tic tac:

1-. Cuba se comprometió con Guyana a impedir que la Fuerza Armada Bolivariana actúe contra la Exxon Mobil, que inició operaciones en aguas de Guyana cuya soberanía está en discusión. A cambio, manejará el negocio a futuro y tendrá garantizado el petróleo cuando Maduro esté fuera del poder. Guyana teme que la Armada proceda contra la plataforma y hunda algún barco, por el antecedente de octubre 2013, cuando capturaron un buque que trabajaba en las aguas en disputa y lo llevaron a la isla de Margarita.

2-. El dinero proveniente de Pdvsa en cuentas de la filial española del Banco Madrid en Andorra pone al descubierto cómo las guerrillas de las FARC disponían de ese dinero para sus compras de armas y pagar al gobierno cubano por las negociaciones de paz realizadas en su territorio. La estadía de los negociadores de las FARC en hoteles cinco estrellas, whisky 18 años y jineteras cubanas no es gratis.

Por: MARIANELLA SALAZAR