miércoles, 22 de julio de 2015

Denuncian que los venezolanos están en indefensión jurídica

Durante la primera década de Chávez en el poder, se trató de dar una apariencia de respeto a las garantías judiciales y ejercicio de libertades civiles. Poco a poco el régimen empezó a quitarse la máscara, publica Infobae.
Desde la fundación de Venezuela Awareness en 2004, muchas cosas cambiaron en el plano de los derechos humanos y las libertades políticas en la sociedad que lideró la revolución bolivariana. Patricia Andrade, presidenta de la organización defensora de los derechos humanos en su país —al que no puede regresar precisamente por su tarea humanitaria— destacó algunos momentos de esa evolución que hoy preocupa a los organismos internacionales y a figuras como Noam Chomsky o Desmond Tutu.
El primero de esos momentos: “Dejar a los venezolanos en total indefensión jurídica”, analizó.
“Al principio del proceso chavista, uno de los primeros pasos fue tomar control del Poder Judicial. Aunque al principio de la primera década de Chávez en el poder se trató de dar una apariencia de respeto a las garantías judiciales y ejercicio de libertades civiles, poco a poco el régimen empezó a quitarse la máscara.” Destacó como puntos centrales el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), el procesamiento de policías durante el golpe contra Chávez, la ordalía de la jueza María Lourdes Afiuni y el retiro del país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Por calificarla de golpista, Chávez ordenó el cierre de (RCTV), un canal con 50 años en el aire. RCTV no pudo contar con las garantías judiciales para ganar un recurso legal que le permitiera detener la orden arbitraria presidencial”, resumió la directora de Venezuela Awareness. “El canal salió del aire el 27 de mayo de 2007 a las 11:59 de la noche y sus instalaciones tomadas por el régimen para instalar un canal oficialista. Esto fue el inicio de una fuerte escalada contra la libertad de expresión y prensa en Venezuela.”
Sobre el segundo caso dijo: “En abril del 2009 se dictó la sentencia de máxima condena (30 años) a los procesados por el caso conocido como 11 de abril del 2002, que fueron los culpables necesarios de las diecinueve muertes ocurridas en esas horas de Chávez fuera del poder. Aún permanecen cinco policías metropolitanos presos, cuando su papel fue salvar vidas. Son los venezolanos con mas tiempo en prisión política, doce años.”
El efecto Afiuni
Infobae se ha ocupado extensamente del caso de la jueza Afiuni, que aún se desarrolla. Sintetizó Andrade: “La jueza Afiuni, en su investidura y autonomía, acató una decisión del Comité de Detenciones Arbitrarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ordenó la libertad condicional del ex preso político Eligio Cedeño. Su detención el 10 de diciembre del 2009 (y la del personal del tribunal a su cargo, que fue liberado horas mas tarde) dejó correr la cortina del control del Poder Judicial venezolano como un arma de persecución política manejada abiertamente por el Poder Ejecutivo: en cadena de televisión, el ex presidente Chávez ordenó el encarcelamiento y la condena de la jueza Afiuni mas allá de la pena máxima, la cual fue aceptada por la Fiscal General Luisa Ortega quien, sentada frente a Chávez, asintió con su cabeza”.
La jueza Afiuni “fue encarcelada, en su tiempo en prisión fue violada, sometida al escarnio público y a un proceso judicial viciado, y su salud se deterioró al punto de casi perder la vida”; por ese motivo su situación preocupó a organismos internacionales de derechos humanos y el intelectual estadounidense Noam Chomsky pidió su liberación humanitaria en una carta. En febrero de 2011 se le concedió la prisión domiciliaria porque necesitó atención medica urgente, que incluyó una cirugía.
El caso desencadenó lo que la directora de Venezuela Awareness llamó el efecto Afiuni: “Ningún juez se atreve a dictar una decisión que vaya en contra de los intereses del régimen chavista”.
Como último ejemplo capital del deterioro del resguardo jurídico de las personas en Venezuela, Andrade eligió el retiro del país de la CIDH. “En julio del 2012 el ex presidente Chávez reaccionó ante la sentencia condenatoria de la CIDH por las violaciones a los derechos humanos del ex preso político Raúl Díaz Peña, a quien representé”, dijo.
“Denuncié las terribles torturas a las que fue sometido, las condiciones inhumanas de su reclusión (como negarle atención médica oportuna, lo cual le provocó daños irreparables a su salud), su detención prolongada mas allá de los límites establecidos por la ley y el proceso judicial politizado al que se lo sometió, sin las garantías para un juicio justo entre otras cosas. Este caso fue el primero que llegó a la máxima corte de derechos humanos para las Américas sobre tortura de un preso político venezolano, lo que confirmó nuestras denuncias de la existencia de otros, y la práctica de juicios políticos. Este retiro de la CIDH dejó a los venezolanos sin su instancia internacional para reclamar por su actual indefensión jurídica.”
De Chávez a Maduro: diferencias
-¿Qué cambió con la muerte de Hugo Chávez?
Su muerte, el 5 de marzo de 2013, marcó un antes y después del proceso chavista: Nicolás Maduro, el sucesor escogido por Chávez (quien se ratifica en el poder mediante dudosos resultados electorales), no ha podido capitalizar a los seguidores que contaba su predecesor. La falta de políticas de gobierno acertadas, los altos niveles de corrupción, las acusaciones de narcotráfico internacional (que al parecer opera en el sector militar), la alta inflación, el deterioro de los servicios, la delincuencia desbordada, la impunidad, los problemas económicos y políticos que sufren en la sociedad civil tanto los sectores oficialistas como los opositores terminan en un descontento generalizado. En febrero del 2014 salió a protestar el movimiento conocido como La Salida, liderado por Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma.
Andrade evaluó que “la reacción de la sociedad civil a nivel nacional agarró por sorpresa al régimen chavista”, por lo cual se desató “una de las represiones más terribles que se vivieron en Venezuela”. Ofreció cifras: “Solo en el 2014 se registraron cerca de 4.000 detenciones, decenas de casos de torturas y 44 caídos por ejercer el derecho constitucional de la protesta pacífica. Al día de hoy permanecen 86 venezolanos tras las rejas políticas”.
En su opinión esos números contrastan con la experiencia en vida del ex mandatario: “En todo el periodo desde 1999 hasta 2013 hubo aproximadamente 500 presos políticos. Además, Chávez otorgó una amnistía el 31 de diciembre del 2007 y durante su enfermedad decidió escuchar nuestras peticiones sobre los presos políticos que necesitaban atención médica urgente, algo que permitió, y acordó la libertad de varios que padecían de males tan graves como el cáncer. Esto no se observa bajo el régimen de Maduro: hay un recrudecimiento de las violaciones a los derechos humanos”.
“Nos hubiéramos evitamos muchas víctimas”
Andrade contó que Venezuela Awareness nació en Miami en mayo del 2004 por la preocupación de un grupo al advertir “que el régimen de Hugo Chávez había ya dado los primeros pasos para violar los derechos humanos por causas políticas: había torturados, perseguidos y presos políticos”. Se organizaron para monitorear la situación y registrar los casos y denunciarlos en la escena internacional. Pero se toparon con la buena imagen del dirigente político y su impacto global.
“Entonces existía una visión de un Chavez demócrata, una imagen maquillada para la aceptación internacional —definió la directora de la fundación— mientras en Venezuela secuestraba las instituciones para doblegarlas a su proyecto político antidemocrático. Nuestros comienzos fueron muy duros: hubo organizaciones de derechos humanos de gran renombre que nos tiraron la puerta en la cara, se negaron a recibirnos o nos dieron excusas para no escucharnos por simpatizar con el carismático demócrata Hugo Chávez… Para ellos los presos políticos eran golpistas, asesinos. Hoy esas organizaciones y sus líderes han declarado los horrores de las torturas y los encarcelamientos políticos en Venezuela: los casos que nosotros les pedíamos que nos escucharan.”
Algunas de las personas que hace una década rechazaron a Venezuela Awareness “hoy ocupan altos espacios y tribunas internacionales para denunciar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela”, dijo Andrade. “A veces desearía encontrármelas y refrescarles la memoria de su poca o ninguna receptividad cuando esta pesadilla empezó, y su falta de ética. De habernos escuchado, la comunidad internacional no hubiera reaccionado tan tarde. Nos hubiéramos evitamos muchas víctimas.”
-¿Cómo trabajaron entonces?
-Al mantener el registro de las violaciones a los derechos humanos desde los inicios, al denunciarlas y al publicarlas, se sentaron las bases para que se fuese corriendo la cortina y se viera que Venezuela era un país de presos políticos, donde los derechos humanos se deterioraban cada día más. La represión que se vivió en 2014 no fue sorpresa para la comunidad internacional: poco a poco fuimos escuchados y ya conocían que estos casos ocurrían.
Parte de la información relevada por la organización se presentó a los congresistas estadounidenses que promovieron la ley que sanciona a quienes violaron los derechos humanos en las protestas del 2014. “Nuestra tarea se modificó en diferentes direcciones. Abrimos una web donde cualquier persona podía registrar los desaparecidos de las protestas y con esto, lograr su localización. Organizamos un equipo de abogados que brindó ayuda a los perseguidos políticos por las protestas que llegaban a Estados Unidos. Otro grupo de voluntarios se organizó para proveer ayuda básica para el recién llegado en vista del aumento de los inmigrantes venezolanos por la crisis del 2014.”
-Y dentro de Venezuela, ¿cómo se contacta la fundación?
Dentro del país no tenemos representantes. Esta actividad me bloqueó mis futuros ingresos a Venezuela: no nos podemos exponer a que otro miembro de la organización tenga la misma suerte, porque actualmente los defensores de derechos humanos en Venezuela sufren fuerte persecución. Se nos contacta por teléfono o correo electrónico, publicados en nuestra web. Somos voluntarios (sólo recibimos modestos donativos privados para los gastos operativos, mas no salarios); cada uno tiene diferentes responsabilidades y trabajamos en equipo en gran armonía. Adicionalmente tenemos alianzas con otras organizaciones, que han estado dispuestas a brindarnos apoyo cuando se lo hemos solicitado, como centros de ayuda psicológica especializada y gratuita para los perseguidos políticos en el país que les da refugio, protección y oportunidades.

Via: la patilla