domingo, 16 de julio de 2017

LA CRUELDAD DEL "PLEBISCITO"

Es, sencillamente, INCREÍBLE la capacidad que tienen los cipayos de la MUD de engañar al grueso de los venezolanos y la capacidad que tiene el grueso de los venezolanos de dejarse engañar miserablemente por los traidores cipayos de la MUD. Es, sencillamente: ¡increíble!

Me he pasado todo el día recibiendo notas de muchos lectores preguntándome por qué estoy en contra de la fulana consulta... del "plebiscito de calle" que tendrá lugar mañana, a lo largo y ancho del globo terráqueo, donde quiera que exista un venezolano adverso al régimen de los Castro en Venezuela.
¿Es que no saben leer? ¿Es que el primero que venga y les pinte pajaritos preñados se convierte en una suerte de salvador de la patria?

No me cabe la menor duda de que el factor principal por el cual se perdió, IRREMEDIABLEMENTE, Venezuela es la ignorancia generalizada de la mayoría de los pobres, infelices y nobles venezolanos. Van para 20 años de ignominia castro-estalinista: ¡y todavía no conocen al enemigo!

El régimen de los Castro no podría mantenerse un solo día sin el crudo y la gasolina que recibe, olímpicamente y por la calle del medio, de Venezuela... amén de otras riquezas como oro, hierro, zinc y demás guarandingas. Así como en los setentas y ochentas los Castro destruyeron y depredaron a Angola, están destruyendo y depredando a Venezuela, frente a las narices indolentes de la inmensa mayoría de los venezolanos.

Los venezolanos, en su inmensa mayoría, no tienen la más mínima idea del enemigo que enfrentan, por más que se lo traten de imaginar. Los Castro, para mantener la teta de Angola (que era excelente, pero no le daba ni por los tobillos a la teta venezolana), pusieron decenas de miles de muertos y centenares de miles de mutilados, tanto física como psicológicamente, en una guerra tradicional con cañones, aviones, helicópteros, misiles, katiuskas... tranques, morteros, minas anti-personales... y paremos de contar, que duró 27 largos y tormentosos años. Los venezolanos creen que van a evitar que los Castro continúen depredando y destruyendo a Venezuela, mediante marchas, plebiscitos, elecciones (de todo tipo y de todos los colores), tirando piedras tras escudos de latón y lanzando cockteles molotov que, todavía, NO HAN SABIDO FABRICAR CORRECTAMENTE.

Ahora les han metido en la cabeza que mediante un "plebiscito de papel cebolla", van a lograr que los Castro, que los chinos, iraníes, musulmanes de todas las especies, nicas y rusos, se vayan de Venezuela y si los han vistos: ¡que ni se acuerden!

Todavía no tienen idea clara de qué es lo que funciona en esa "fábrica de bicicletas" que tienen los iraníes en el sureste de Venezuela, enclavada en la selva del estado Bolívar, donde ni siquiera los oficiales de las fuerzas armadas pueden entrar. No tienen idea de cuántos organismos de ocupación, destrucción y depredación funcionan en el Hotel Alba (antiguo Hotel Anauco Hilton) y están creyendo que a partir de mañana, Venezuela será liberada con la ayuda de ese garabato que mientan "plebiscito".

La crueldad envuelta a modo de papel que supone el caramelo de cianuro del plebiscito de mañana, es inimaginable. Una crueldad que rompe todos los esquemas hasta hoy vistos. Cuando los venezolanos se den cuenta del CRUEL engaño, la depresión colectiva de ese golpeado pueblo le va dar mil vueltas al universo sideral. Va a ser materialmente IMPOSIBLE reponerse de tamaña depresión. Si el principal objetivo de un movimiento de resistencia es levantarle la moral al pueblo subyugado por una tiranía, con la participación en ese garabato de mañana, mal podríamos asegurar que los venezolanos están bajo una disciplina de resistencia cívica no-violenta, porque están haciendo todo lo que se necesita para destruir la poca moral que les queda, despreciando los principales postulados de los movimientos de resistencia reconocidos a nivel mundial.

Que levante la mano el primer venezolano que lea esta nota, que se haya leído Y ENTENDIDO los artículos 2, 5, 70 y 184 de la constitución que los Castro le dictaron a los constituyentes del año 1999. Ellos, LA INMENSA MAYORÍA DE LOS VENEZOLANOS, no saben que esos cuatro artículos de la constitución que ellos están, nuevamente, legitimando con la respuesta afirmativa a la pregunta No. 2 del fulano "plebiscito", justifican la ley y el sistema de comunas, que será la columna vertebral de la nueva constitución que los Castro les están cocinando a los infelices, tristes, pobres y nobles venezolanos... ¡con o sin plebiscito!

Cuando los venezolanos, a pesar de haber firmado el garabato de la "consulta" de mañana, vayan a poner el grito en el cielo ante la realidad de una nueva constitución, les dirán que ellos votaron a favor de La Bicha... y la Bicha contemplaba, en los artículos que arriba les he mencionado, el sistema socio-castrista de las comunas.

Cuando los venezolanos protesten ante la conformación de un gobierno de "coalición" MUD-PSUV, les van a recordar que millones y millonas de venezolanos y venezolanas, firmaron (en respuesta afirmativa a la pregunta No. 3), que estaban de acuerdo con tal timbiriche.

La próxima vez que alguien critique las palabras de La Tintori en cuanto a que cuenten con ella para trabajar en conjunto con los hermanitos Rodríguez, esta muchacha, a quien no le cabe un granito de arroz en su infausto cerebro, podría responderle que millones y millonas de venezolanos y de venezolanas respondieron afirmativamente a la pregunta No. 3... y al hacerlo, estaban aceptando la conchupancia que supone el gobierno de coalición que se dibuja en esa última pregunta del fulano plebiscito del 16 de julio del triste año 2017.

¿No será por esa razón que el régimen totalitario y tiránico de los Castro se está haciendo el loco, dejando que ese "proyecto" continúe en sana paz? ¿No los estarán madrugando o esperándolos en la bajadita... como suelen decir los nobles, ingenuos, pobres, infelices y tristes venezolanos?

Muy pronto se darán cuenta de que fueron por lana y regresaron todos total y absolutamente trasquilados.

Miami 15 de julio de 2017 (a pocas horas de comenzar el proceso de firmas del "plebiscito de papel cebolla"

Robert Alonso