jueves, 23 de marzo de 2017

Carta de un Portugués de panadería a Nicolás Maduro

Buenas. 

Mi nombre es Avelino, y soy un cidadano nacido en Portugal, con nacionalidad venezolana y que trabajo muy duro hace mais de 45 años en este país. Llegué a causa de la guerra, que se parecía mucho a lo que estamos a vivir hoy en día en este país que me recibió de brazos abiertos. En ese entonces Venezuela era un país que comenzaba a levantarse de los efectos de una dictadura terribel. 
Soy de esos de los que ustedes acostumbran burlarse por mi acento extranjero, pero aquí le demuestro que escribo en español mucho mejor que algunos de los venezolanos que he conocido. Si quiere hablar de racismo, hable conmigo, porque se muy bien o que se siente de ser apartado de la sociedad y burlado mil vezes solo por ser emigrante. Nao me baño 4 veces al día como lo hacen ustedes, los que no trabajam y tienen tiempo libre,  pero si me aseo todos los días como una persona normal, pero debido a mi trabajo tan intenso que hago en medio de los hornos a 200 grados, el sudor aparece y eso le molesta a muchos de los flojos que nos critican y que en su vida han levantado una caja del piso. En mi país de origen también hay muchos negros pero no los discriminamos llamándolos afrodescendientes, como usted lo hace a cada rato con mis amigos venezolanos. Son negros por el color de su piel y los tratamos como hermanos así como yo soy blanco y más todavía por la falta de sol, debido a que comienzo a trabajar antes del amanecer y salgo de mi trabajo mucho después del anochecer, a diferenca de usted que afirma dormire como un  bebé. Tengo mi propia panadería, de hecho tengo varias, y me las he ganado trabajando 45 años sin descansar un solo domingo, sin disfrutar de un día de playa ni un paseio con la familia. Para eso apenas dedico un par de horas cada día,  porque sin dejo de trabajar se que hay personas que van a pasar hambre, y no se trata de mis familiares, pero si de mis empleados, que son máis de 70 en total. Yo ya no necesito ganar ese dinero, porque mi edad solo me pide irme a la tumba,  pero las 70 familias de mis empleados sobreviven con lo poco que les puedo pagar. Ahora usted quiere matarlos de hambre al dejarlos desempleados. 
Sus funcionarios armados y uniformados aún no han venido a mis panaderías a revisar si hay gusanos en los potes de basura y harina almacenada para trabajar, y espero que no lo hagan, porque si estoy presente podría ocurrir algo muy malo, y es que si alguien quiere tomar mis negocios debe acudir a un tribunal y seguir los passos legales para hacerlo,  y no toleraré que nadie se meta a la fuerza, como lo han hecho en las de mis colegas, algunos compatriotas, y otros mucho que son más venezolanos que usted, que también tienen panaderías. Si lo hacen sin recurrir a los medios legales, podré alegar defenssa propia ante los tribunales, porque defenderé mis negocios y a mis trabajadores con mi vida si es necesario. 
En mi panadería se ha vendido buen pan desde hace 45 años, cuando entrei como empleado pero en pocos años compre partes del negocio con mi sueldo a uno de los socios. Si el producto es caro, no es por mi ni por mis ganas de hacerme rico, es apenas porque usted no le otorga el cambio de dólares a las distribuidoras de harina, para que puedam importar suficiente cantidad para todos, y por eso el producto aumenta de precio, al haber escasez. Esta puede ser una explicación muy complicada para usted, que debe conocer más acerca de cauchos para autobuses y cajas sincrónicas. Cada pastor sabe de sus ovejas. He notado que usted, al igual que su fallecido jefe, no se enfrenta a los problemas cara a cara, y por eso se esconde detrás de programas de TV y de radio en los que hablan ustedes solos como si fueran pericos, pero que no dejan que otros se expresen a menos que sea para estar de acuerdo en sus políticas. Eso no lo puede esconder. De este lado también no podemos enfrentarnos cara a cara con nadie, ya que iríamos presos o seríamos golpeados por sus funcionarios intolerantes, que se burlan de nuestro idioma y de nuestras costumbres, en ventaja por estar armados y acompañados por militares que tienen órdenes de agredirnos. Así se nota más lo cobardes que son. 
Le recuerdo también que no nos puede seguir tratando como extranjeros ya que somos mucho más venezolanos que usted, que es colombiano de nacimiento y también tiene doble nacionalidad como yo, solo que para ser panadero eso no es un requisito, por el contrario para ser presidente usted debió haber sido venezolano sin otra nacionalidad. No le vengo a pedir nada, ya que usted es un funcionario público, osea, un empleado de nosotros y de todo el pueblo, y por eso es usted el que debe obedecer al pueblo. Las fuerzas armadas que lo defienden están cometiendo graves delitos, ya que se deben al pueblo como lo dice la constitución, y no se deben a ninguna revolución moribunda ni a ningún partido político. Recuerden siempre que ese tiempo de delitos no se vencen nunca, y serán juzgados ahora o más tarde. Los militares que vuelvan al hilo constitucional y pongan sus armas en favor del pueblo, aún están a tiempo de ser perdonados. 
Espero que este "portu" como ustedes nos llaman supuestamente con cariño (pero sabemos que lo hacen con maldad), no reciba en su negocio a ninguno de sus esbirros de visita. Si usted quiere que el pueblo no haga colas para comprar pan, entonces abra su propia panadería, y trabaje con las uñas y sin harina como nosotros tenemos que hacerlo por causa de su revolución fracasada. Gracias por su atención. 

Avelino D.S.


chismeven.net