domingo, 14 de enero de 2018

“Predicciones” para el Año 2018

Robert Alonso
Tal y como he venido haciendo en los años anteriores, aclaro que mis “predicciones” no están basadas en factores esotéricos, ya que ni soy brujo… ni mucho menos soy pitoniso o adivino. Mis “predicciones” están basadas en la pura lógica. Cualquier venezolano, a estas alturas del partido, que decida emplear un máximo de dos neuronas y un cuarto, podrá llegar a las mismas “predicciones” que Uds. están a punto de leer.

Comenzaré por el hambre. Los venezolanos, de verdad-verdad, conocerán el hambre en todas sus dimensiones. Los taladros de PDVSA están paralizados. El régimen está quebrado a más no poder. De aquí en adelante, Venezuela experimentará una hambruna como la que ocurrió en el llamado “Período Especial” de la Cuba de los Castro a partir de 1991, año del “colapso” de la Unión Soviética… que duró hasta finales de 1994. Durante ese período – entre 1991 y 1993 - el PIB cubano se contrajo un 36%. No vino a “recuperarse” hasta comienzos de 1995. Durante ese lapso de CUATRO LARGOS Y TORMENTOSOS AÑOS, los cubanos comieron mierda… y ésta no alcanzaba para todos. Contrario a la creencia popular, la hambruna vendrá a beneficiar al régimen, no será motivo de su destrucción, ya que cada venezolano se levantará todas las mañanas para buscarle el hueso con el cual hacerle el caldo aguado a su familia por las noches.

Sin los ingresos “regulares” (ya mermados desde hace muchos años), provenientes de la golpeada y abandonada industria petrolera, habrá dinero – SOLAMENTE – para mantener el standard de vida de los enchufados, que cada día serán menos, hasta quedar una cúpula tremendamente selecta, tal y como sucedió en la Cuba de los Castro.

El éxodo de la clase media venezolana se incrementará a niveles inimaginables durante este año que comenzó. Por supuesto, al régimen LE CONVIENE que desaparezca, absolutamente la clase media, tal como ha sucedido en Cuba, Nicaragua y Angola… entre otros países que sufrieron y han sufrido regímenes similares. Es la clase socio-económica más peligrosa para las tiranías. La clase pensante y productiva. Sin embargo, ese éxodo tiene que ser dosificado, para evitar una verdadera crisis regional, como sucedió durante el primer gobierno sandinista en Nicaragua, cuando los países vecinos comenzaron a llenarse de nicas que huían del castro-estalinismo internacional. Aquel éxodo generado en Nicaragua, fue uno de los factores que le dieron vida a la guerra civil nicaragüense que duró diez años y produjo decenas de miles de muertos y centenares de miles de mutilados.

Para evitar el éxodo descontrolado y anárquico que experimentará Venezuela durante este año, posiblemente el régimen se vea obligado a cerrar las fronteras y a implantar fuertes controles para disuadir la emigración descontrolada. Venezuela verá cómo decenas de miles de venezolanos se lanzarán al mar como balseros, un fenómeno que ya ha comenzado a niveles pequeños y que se incrementará de manera insospechables durante este año, 2018.

Las madres venezolanas verán a sus hijos (e HIJAS) morir en conflictos armados extra-territoriales, que nada tienen que ver con Venezuela y su seguridad, tal y como sucedió – durante décadas – en la Cuba castro-estalinista y las llamadas “misiones internacionalistas”, donde decenas de miles de jóvenes cubanos murieron o fueron mutilados física y/o psicológicamente en guerras en Argelia (1973), Siria (1973), Angola (1975), Congo (1975), Etiopía (1978)… sin contar las incursiones extra-oficiales en Vietnam, Camboya, Colombia, El Salvador, Nicaragua y paremos de contar.

Se acabará la inflación… como sucedió en la Cuba castro-estalinista. No habrá medida para medirla, ya que desaparecerán los insumos y bienes de servicio. La yuca y el ñame, de conseguirse, siempre costarán lo mismo: ¡céntimos! El problema será que brillarán los alimentos por su ausencia, lo mismo con todo, incluyendo – por supuesto – los medicamentos. Se terminará de implementar el racionamiento sistemático, oficial, organizado y controlado electrónicamente. El paliativo a esta crisis humanitaria tan atroz, será las remesas que desde el exterior comenzarán a llegar, de manera regular, desde los rincones de todos aquellos países donde existan venezolanos “exiliados”. En Cuba, durante décadas, la inflación fue CERO. Ese “fenómeno” lo experimentarán los venezolanos, “de adentro”, a partir de este año y durante muchas, muchísimas décadas.

Desaparecerá el bolívar como moneda nacional. Esto ya lo estamos viendo a través de la implementación de las monedas “comunitarias”, algo que no sucedió – exactamente igual – en la Cuba de los Castro, donde llegaron a existir tres monedas: el peso cubano (que no servía ni para limpiarse el trasero), el llamado “chavito” y la MC, moneda convertible en divisas. En Venezuela habrá tantas monedas como “comunas” existan… un invento del llamado “Socialismo del Siglo XXI” que no existió en los países del bloque soviético, detrás de la “Cortina de Hierro”.

Aunque parezca increíble e inaceptable, la criminalidad se incrementará a niveles inimaginables. Si hoy la criminalidad es insoportable… y lo ha sido durante décadas, los venezolanos – a partir de 2018 – comenzarán a añorar los años anteriores, en materia de criminalidad y seguridad.

El sistema comunista se irá implementando – casi – por “generación espontánea”. No habrá necesidad de implementarlo de una manera oficial. Básicamente se acabará la propiedad privada, ya sea por abandono o por la imposibilidad de hacer con ella lo que normalmente se hace en países donde se respeta ese derecho consagrado universalmente. Las propiedades no podrán ser vendidas ni dejadas en herencia… y se irán cayendo a pedazos, por la falta de materiales para su mantenimiento. Vean las fotos de la Cuba actual, para que tengan una idea de cómo se verá Venezuela a partir de este año, 2018. Si hoy creen que el país está destruido, esperen a que pase este año y entren otros más… para que se den cuenta del grado de destrucción material que les espera a todos allá abajo.

Veremos a muchos, muchísimos, líderes de esa FALSA OPOSICIÓN, participar en el “gobierno” castro-estalinista de Venezuela, como sucedió en Nicaragua, donde hasta el cardenal nicaragüense y Príncipe de la Iglesia (católica), Miguel Obando Bravo, otrora el mayor líder de la oposición nica, se “asimiló” al régimen sandinista (castro-estalinista), formando parte del gabinete de Daniel Ortega. No se extrañen si vemos a la Maricori Machado y al mismo Ratonski… sin eliminar a Julio Borges, Manuel Rosales y, entre muchos otros, a Henry Ramos Allup, “dirigiendo” un ministerio o un instituto “autónomo”.

Los venezolanos conocerán la “nueva” constitución, la misma que fue escrita en Guanabacoa hace muchos, muchísimos años… y que, solamente, esperaba el tiempo adecuado para ser publicada, oficialmente. Será una constitución, como La Bicha, “aprobada” por el pueblo en una consulta “soberana y transparente”, por supuesto. Los Castro aplicarán la misma “maroma constitucional” que aplicaron en Cuba cuando proclamaron – desde el Teatro Carlos Marx de La Habana – la Constitución de 1976, la misma que ha sufrido tres enmiendas ya.
Bajo la “nueva” constitución, castro-estalinista y “bolivariana”, los venezolanos conocerán un nuevo “sistema electoral”… lo que vendrá a derrumbar todos los pronósticos que han venido escuchando y leyendo sobre el futuro presidencial de Nicolás Maduro. Venezuela será convertida en un sistema muy similar al soviético, manejada por un politburó, más que por un torombolo. Por supuesto, la dirección de este “nuevo” organismo tendrá su epicentro en la Guanabacoa castrista, donde se baila el guaguancó.

Los niños venezolanos seguirán creciendo bajo la doctrina castro-estalinista, hasta un punto en que considerarán que viven en un país “normal”, similar a todos los países del mundo, tal y como ha venido sucediendo en la Cuba de los Castro, desde que esos monstruos llegaron al poder en enero de 1959, hace ya 59 años. Este año los venezolanos verán, entre muchas otras cosas, la desaparición total y absoluta de las escuelas privadas.

Como en la Cuba de los Castro, la Iglesia (católica) será “asimilada” al régimen. Otras sectas o denominaciones cristianas harán lo propio, de no desaparecer por completo. Verán, los venezolanos… a partir de 2018 un verdadero incremento de la “religión de los orichas” o la “santería” propiamente dicha. Comenzará lo que en Cuba se conoce como “el sincretismo”, donde la santería se mezcla con el cristianismo para formar un verdadero arroz con mango.

Por supuesto, la llamada “oposición” terminará de desaparecer en 2018. Los venezolanos no les pararán, en lo más mínimo, a esos que se hacen llamar líderes de la Unidad. Como esos “líderes” están acostumbrados a vivir bien sin doblar el lomo, muchos optarán por “asimilarse” al sistema, tal y como he mencionado arriba. Habrá quienes tomen la vía del “exilio”, para ver si pueden seguir en la manguanga desde el exterior… tal y como ha sucedido, durante décadas, con muchos líderes de papel que salieron, han salido y están saliendo de la Cuba castro-estalinista.

Este año se consolidará, DEFINITIVAMENTE, el régimen de los Castro en Venezuela. A nadie le quedará la más mínima duda de que ese régimen está ahí para quedarse eternamente, hasta que sufra una metamorfosis pasadas las décadas. Tal vez ninguno de los que hoy esté leyendo estas líneas, podrá ver un cambio substancial en lo que una vez fue Venezuela.

Si no es en este año, lo será en el siguiente o en los siguientes próximos. Venezuela será asimilada, OFICIALMENTE, como parte de la República Socialista de Cuba. Habrá una gran diferencia, sin embargo, entre los ciudadanos cubanos nacidos en Cuba y los ciudadanos cubanos nacidos en Venezuela. Estos últimos serán ciudadanos de tercera… plebeyos entre los patricios nacidos en Guanabacoa. Se olvidarán del “Gloria al Bravo Pueblo”, para aprenderse el himno del 26 de Julio. “Adelante, cubanos: ¡que Cuba premiará nuestro heroísmo!”

Miami 12 de enero de 2018
ROBERT ALONSO