viernes, 17 de octubre de 2014

¡De bajada y sin frenos! COLAPSO EN PUERTAS: Petróleo venezolano se desploma a $77

El precio del petróleo venezolano cerró esta semana en $77,65, con una caída de $5,07, informó el Ministerio de Petróleo y Minería.

El precio del petróleo, la fuente de donde emana 96 de cada 100 dólares que ingresan al país, registra un marcado descenso que aumenta la fragilidad de la economía venezolana, sumergida en un ciclo de alta inflación y nulo crecimiento.

La mañana del miércoles el Brent, cuya tendencia es seguida por la cesta petrolera venezolana, se cotizó a 85 dólares el barril, cifra que se traduce en un descenso de 24% respecto al promedio de junio y un nivel que presagia severos problemas para la administración de Nicolás Maduro que, de acuerdo con entidades financieras como Deutsche Bank, requiere que el Brent se cotice en 121 dólares el barril para mantener el equilibrio de las cuentas públicas.

En lo que va de año el Brent se ha cotizado en un precio promedio de 108 dólares el barril y el Gobierno ha enfrentado un desequilibrio donde el gasto supera al ingreso en más de 16% del PIB. Este déficit se ha cubierto en buena parte con billetes sin respaldo que imprime el Banco Central e impulsan la inflación y un severo recorte en la asignación de divisas al sector privado, que golpea la producción de las empresas.

Analistas coinciden en que por cada dólar que cae el precio promedio anual del petróleo Venezuela recibe 500 millones de dólares menos en el año. Otro número importante es que el barril venezolano se cotiza alrededor de 10 dólares menos que el Brent.

Por lo tanto si el descenso de los precios se mantiene y en 2015 el Brent se cotiza a 85 dólares el barril, la cesta petrolera venezolana estaría en torno a 75 dólares y el país obtendría unos 10 mil millones de dólares menos que en 2014.

Esta perspectiva es preocupante. Con el ingreso actual las reservas internacionales, el tanque de divisas que permite cancelar deuda externa e importaciones, se ubica en el nivel más bajo en diez años; el Gobierno tiene compromisos pendientes con empresas en el país por el orden de 10 mil millones de dólares por divisas aprobadas que no les han sido entregadas y los pagos en agenda por el vencimiento de la deuda externa incrementan la presión.

El declive

El oro negro pierde brillo en un entorno donde la demanda se debilita mientras la oferta crece y todo apunta a que habrá problemas para que la OPEPalcance un acuerdo que ayude a estabilizar los precios.

La zona euro se encamina a la recesión de la mano de la caída en las exportaciones de Alemania, su motor principal; mientras que economías emergentes como Rusia y Brasil se estancan, el debilitamiento del consumo frena a Japón y China se desacelera.

Esta semana la Agencia Internacional de Energía recortó el pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2014 hasta lo más bajo en los últimos cinco años debido a “la reducción de las expectativas de crecimiento económico”.

Siete días antes el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de crecimiento para la economía mundial por tercera vez en lo que va de año reduciéndola hasta 3,3%, cuatro décimas por debajo de lo pronosticado en abril.

El FMI considera que las tensiones geopolíticas van en aumento y existe una creciente propagación de la percepción de riesgo y volatilidad en los grandes mercados financieros y a mediano plazo observa el creciente peligro de un ciclo de estancamiento prolongado en las grandes economías del planeta y fragilidad en los países emergentes.

Mientras la debilidad del crecimiento mundial merma el apetito por adquirir petróleo la oferta aumenta por la recuperación en la producción de Libia e Irak, que no se ha visto afectado a pesar de los combates que se libran en su territorio contra el grupo islámico ISIS.

Al mismo tiempo Estados Unidos eleva la extracción de esquisto (shale en inglés) un petróleo que proviene de rocas inaccesibles hasta hace pocos años pero que las mejoras tecnológicas han convertido en una rebosante fuente de energía y un imán para inversiones multimillonarias.

Ajedrez saudita

En medio del descenso de los precios Rafael Ramírez, canciller de Venezuela, solicitó una reunión de emergencia de la OPEP a fin de discutir la posibilidad de un recorte de la producción que permita contener la caída, pero todo apunta a que Arabia Saudita, país clave porque produce un tercio de todos los barriles que la OPEP coloca en el mercado, tiene otra visión.

Analistas sostienen que Arabia Saudita está interesada en un período de menores precios para hacer menos rentable la extracción del crudo de esquisto en Estados Unidos. De esta manera Riyadh estaría protegiendo su cuota de mercado asegurándose de que no continúe creciendo la oferta de petróleo proveniente de países no OPEP.

Aramco, la empresa petrolera de Arabia Saudita, sacudió al mercado al rebajar en un dólar el precio del petróleo que envía a Asia, un mercado que resulta crucial para el resto de los petroestados, y en 40 centavos los barriles que vende a Estados Unidos.

¿A cuánto tendría que caer el petróleo para golpear la extracción de crudos de esquisto? Si bien la visión convencional es que requiere un piso de 90 dólares la consultora Wood Mackenzie considera que la mayoría de la producción de Estados Unidos necesita un barril 75 dólares y otros estudios explican que ya ha habido un avance importante en las inversiones que se llevan a cabo en Texas y por tanto aún con un declive pronunciado durante un tiempo continuará el bombeo de crudo de esquisto.

María Van Der Hoeven, directora ejecutiva de la Agencia Internacional de Energía explicó en declaraciones a Reuters que “un 98% del petróleo y sus condensados en Estados Unidos tiene un precio de equilibrio por debajo de los 80 dólares y un 82% cuenta con un precio de equilibrio de 60 dólares o menos”.

El pasado domingo el ministro de petróleo de Kuwait, Ali al-Omair, se alineó con la posición que los analistas afirman está siguiendo Arabia Saudita señalando que no cree probable que la OPEP acuerde un recorte de la producción.

“No creo que haya posibilidad de que los países de la OPEP reduzcan su producción, en especial debido a que la cuota que la OPEP se ha asignado es de 30 millones de barriles diarios algo que no hemos alcanzado hasta ahora”, dijo Ali al-Omair a la agencia de noticias Kuna.

Agregó que un barril entre 76 y 77 dólares podría ser el nivel que frene el descenso del precio del crudo, dado que ese era el costo de producción de petróleo en Estados Unidos.

Otro factor a tomar en cuenta es la geopolítica. Arabia Saudita puede estar interesada en un petróleo a menor precio para perjudicar a Irán, país con el que se disputa el liderazgo en el Medio Oriente y en la búsqueda de este objetivo estaría dispuesto a soportar un período prolongado con un barril más débil.

Los precios del petróleo suelen ser volátiles y muy difíciles de predecir pero el consenso de los analistas señala que en el corto plazo los petroestados tendrán que acostumbrarse a un barril más débil.

El miércoles de esta semana Eulogio Del Pino, presidente de Pdvsa, afirmó en Margarita que “la situación actual del mercado no conviene a nadie, ni consumidores ni productores. Estamos en una situación de guerra de precios”.

Víctor Salmerón

@vsalmeron

Quinto Día





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