jueves, 13 de noviembre de 2014

CONVENIOS, CORRUPCIÓN Y “PALANCAS” se apoderan del mundo de la construcción

Los altos precios y la escasez de materiales de construcción, limitan el deseo a los venezolanos de poseer una vivienda digna.

Convenios, corrupción y “palancas”; son algunas de las estrategias que deben utilizar los constructores para lograr obtener los componentes requeridos. Cemento y cabilla, se encuentran dentro de los artículos más escasos en la región.

Hasta el momento, los bloques sí se consiguen, no obstante el costo es bastante elevado. A diferencia del año pasado, las ventas y producción del producto en la entidad, ha disminuido casi el doble.

En el 2013, un bloque costaba 7 bolívares, mientras que, en la actualidad tiene un costo de 20 bolívares -más el flete-.

Los profesionales en la elaboración de bloques, se ven obligados a comprar el cemento al precio que se consiga para poder mantener el negocio.

El Presidente de la Cámara de Construcción del estado Bolívar, Óscar Gómez, aseguró que la disponibilidad y producción de materiales como cemento, cabilla, alambres y mallas; están siempre por debajo de lo esperado.

Gómez, haciendo énfasis en las cifras que presenta el Gobierno del proyecto de la Gran Misión Vivienda Venezuela, sostuvo que “entre 80 y 90 mil viviendas que se están entregando, aproximadamente, sólo un tercio representan las casas nuevas”.

Es decir, la producción o construcción de edificaciones, se ha visto afectada por la entrega oportuna de materiales. La escasez de insumos de construcción se evidenciada en cada uno de los centros ferreteros de la ciudad.

La carencia de materiales, afecta completamente a la producción de viviendas. “Concreteras anteriormente destinaban unas 20 gandolas de concreto premezclado por semana, sin embargo desde hace un año aproximadamente, sólo pueden ofrecer una”.

Por su parte, Alejandro Benavides, encargado de la bloquera ConstruPlaca, manifestó que las ventas han bajado porque no hay cemento para construir.

La bloquera, ubicada en San Félix, tiene dos máquinas con capacidad de producir 4 mil bloques diariamente, pero por la escasez de cemento, sólo pueden elaborar 3 mil bloques por día.

Benavides, también informó que desde el 2013 han tenido que desprenderse de distintos trabajadores para poder pagar la nómina actual.
Los diferentes establecimientos encargados de la comercialización de bloques en la región, igualmente se ven afectados por la situación en el ámbito automotriz.

En algunos casos, los dueños de bloqueras han tenido que alquilar camiones para el traslado de materiales, por no tener sus vehículos de carga operativos. La falta de repuestos incide gravemente en el sector construcción.

De igual modo, se supo que cada seis meses, se debe cambiar los moldes que utilizan las maquinarias de fabricación de bloques. “40 mil bolívares cuesta un molde, y cada máquina necesita 4”, expresó Benavides.

Los más afectados

El ciudadano común que desea mejorar o construir una casa propia, no puede hacerlo porque los insumos se encuentran “desaparecidos” de los establecimientos ferreteros. Pese a todo, al recorrer diferentes zonas del estado Bolívar, se pueden observar un gran número de construcciones privadas de carácter comercial y habitacional.

Grandes obras muestran que ciertos sectores o habitantes de la región, cuentan con mayores posibilidades o “preferencias”, para construir en un país donde no se consiguen los materiales.

Los más afectados ante la crisis en el sector construcción, son los obreros y venezolanos con pocos recursos que quieran tener un techo propio.

Al no conseguir los materiales, guayaneses se ven en la necesidad de recurrir al “mercado negro” para comprar los materiales faltantes. Aún así, muchos ciudadanos no tienen para costear el cemento a 800 o mil bolívares por saco.

Mirgues Palma, cuenta que desde hace dos años está remodelando el baño y el porche de su vivienda, pero no ha podido culminarla por la escasez de materiales. “Debo andar cazando colas para comprar el cemento, porque ahora ni con los consejos comunales se consigue”.

Por su parte, Armando Pérez opinó que “Aquí (Guayana) hay una gran mafia entre los políticos y los empresarios, porque no se explica cómo pueden fabricar tantas obras si material no hay”.

Otras opciones

En búsqueda de otras alternativas de construcción, muchos habitantes de la ciudad, han optado por la instalación de láminas de drywall para paredes internas.

En años anteriores, la primera opción era la fabricación tradicional (bloques y cemento), pero al ver la dificultad de obtención y altos costos de los mismos, han recurrido por nuevas opciones.

Las láminas de 2,44 por 1,22 cm de drywall, se encuentran en el orden de lo 1300 bolívares, mientras que el cuñete de pasta profesional para los acabados, cuestan 1800 bolívares.

Fuente: Nueva Prensa Guayana



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