domingo, 30 de noviembre de 2014

“Les dieron sopa envenenada y agua con alcohol”

El diputado William Ojeda, presidente encargado de la Comisión de Culto y Régimen Penitenciario de la Asamblea Nacional, informó que ascendió a 35 la cifra de presos de Uribana muertos por presunta intoxicación y que otros 20 están en coma o en situación delicada.

La madre de un detenido intoxicado aseguró que su hijo no ha sido trasladado a ningún centro asistencial y que otros 34 están con la misma condición.

“Mi hijo está mal. Está hospitalizado dentro de Uribana en un ambulatorio que tienen allí. Mi hijo me contó que le pusieron el Rivotril para que ellos se lo bebieran, les dieron sopa envenenada, y en el agua les pusieron agua oxigenada y alcohol. Es mentira que ellos se tomaron todos esos medicamentos”, aseguró.

El Ministerio Público presentará a Julio César Pérez, director de Uribana, ante un tribunal de control del estado Lara por su presunta responsabilidad en los hechos ocurridos en ese penal desde el miércoles pasado.

En la audiencia de presentación Juan Carlos Tabares, subdirector de Investigaciones de Delitos Comunes, y un grupo de fiscales imputarán al hombre por delitos establecidos en la legislación venezolana.

Entregaron autopsias en Aragua. Familiares de Jeancarlos José Suárez Martínez, uno de los cinco reclusos que murieron el martes en el Hospital Central de Maracay, informaron que en el boletín forense que les entregaron se señala que las causas de la muerte fueron edema cerebral acentuado y deficiencia respiratoria.

“Me dijeron que si quería saber si mi hijo había sido envenado viniera la próxima semana a la morgue y que me entregarían un informe más detallado”, expresó ayer Gladys Martínez Guevara, madre de la víctima, cuando retiraba el cuerpo de su hijo.

Denunció que a Jeancarlos José Suárez Martínez lo golpearon antes de salir de la cárcel de Uribana y que llegó a Tocorón con ardor en el estómago, por lo que responsabiliza a los custodios de ese penal.

Martínez Guevara expresó que el lunes se enteró del traslado de su hijo a la entidad aragüeña porque se lo notificó un pastor evangélico de Uribana. Cuando llegó a Maracay comenzó a buscarlo por los pasillos de Tocorón y le notificaron que estaba muerto en el hospital.

“Quisiera saber si murió envenenado, aunque para mí fue por las dos cosas: golpeado y envenenado”, señaló.

Denunció que mientras su hijo estuvo detenido en Uribana solo lo sacaban a llevar sol cuando tenían las visitas familiares. Aseguró que los presos son maltratados por los custodios, les dan agua con sal, los alimentos en mal estado y duermen en el piso. Agregó que nos les permiten usar las canchas deportivas.

De manera extraoficial se pudo conocer que hasta el jueves habían sido trasladados 700 privados de libertad desde Uribana hasta Tocorón.

El Nacional

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