En un documento divulgado por el Colectivo Fuerza Comunal 4-F entre las firmas habían cinco que son de niños y manifiestan que “en caso de tener armas, las utilizaríamos en situaciones extremas, donde manifiestamente nos encontremos en riesgo, y que evidentemente pongan en peligro el proceso”
La brigada juvenil del Colectivo Fuerza Comunal 4-F, en Caracas la integran niños que no llegan a la adolescencia; de lunes a viernes asisten a sus colegios y a las reuniones de su organización para participar en los debates de la revolución, reseña el diario venezolano El Nacional.
La líder del grupo es una niña llamada Johanny Subero, en twitter la apodan como La #Adoctrinada y comandante juvenil. Dice el mencionado diario, comienza a militar en el colectivo antes de mudar los dientes de leche. Ahora, a los siete años de edad, cuenta como hazaña haber cantado en un acto celebrado en el Teatro Cristo Rey del 23 de Enero al presidente Nicolás Maduro: “¡Sí, yo lo hice! Sé muchas músicas, también la de Chávez”.
Las filas del Colectivo 4-F no son las únicas en estar integradas por niños. La Piedrita, también en Caracas, es popular, entre otros polémicos casos, por haber expuesto a infantes con armamento en un acto celebrado en febrero de 2012. Hugo Chávez, entonces presidente de la República, llamó la atención al grupo: “¿Cómo es eso que sacaron a unos niños con unos fusiles? Yo mandé a investigar a fondo eso, estoy obligado a hacerlo porque las armas de guerra no pueden estar en manos de grupos de un barrio y menos en manos de los niños”.
Peligro urbano
El colectivo en el que milita Johanny Subero, junto con otros cinco niños, firmó un documento, divulgado el 5 de noviembre, en el que repudian ser incorporados al plan de desarme: “En caso de tener armas, las utilizaríamos en situaciones extremas, donde manifiestamente nos encontremos en riesgo, y que evidentemente pongan en peligro el proceso”.
En este sentido, el conocido diario venezolano reseña unas declaraciones de Luis Zambrano, abogado especializado en derechos de infantes, quien dice que es esencial revisar el contenido inculcado por estos grupos a infantes: “La militancia política no está expresamente prohibida por la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescentes. Ellos tienen la posibilidad de participar en casi cualquier ámbito, aunque no es un derecho absoluto. Pero la situación cambia si los grupos en que militan están orientados a exaltar el odio, la discriminación y la delincuencia. Allí se tendría que actuar para salvaguardarlos”.
Por su parte, Gloria Perdomo, directora de la Fundación Luz y Vida –institución dedicada a la defensa de la infancia–, aseguró a El Nacional, que es deber ciudadano y del Estado proteger a los niños de grupos sectarios.
“Es fundamental evitar que sean usados con fines partidistas. También se hace necesario cuidarlos de la posibilidad de entrenamiento con objetivos bélicos o legitimación de uso de armamento”, explicó.
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