El economista Jesús Casique estima un hueco fiscal de 35 mil millones de dólares para el 2015 que el gobierno debe llenar con un recorte del gasto público y con préstamos del orden de 20 mil millones de dólares. ¿El problema? Las condiciones.
“Venezuela ya no tiene activos para hipotecar a menos que se efectúe la liquidación de Citgo o que se tome la decisión de vender algunos activos residuales que tenga el gobierno que no representen una cifra bien significativa; porque aunado a la caída del precio del barril de petróleo tenemos también un problema de estancamiento de la producción, dice en conversación con Noticiero Digital.
¿Usted cree que la situación del mercado cambiario es el principal problema que tiene Venezuela?
-Sí, efectivamente, la situación cambiaria en Venezuela es extremadamente delicada desde que entró en vigencia el control de cambio en el 2003. Ha generado tres distorsiones fundamentales; la primera ha sido la fuerte fuga de capitales propiciada por el gobierno central a través de la emisión de bonos; la segunda, los fuertes niveles de corrupción que ha permitido el sistema, y tercera, la caída de las reservas internacionales.
-Actualmente, contamos con un nivel de reservas de 22 mil millones de dólares; un nivel exiguo que también representa una vulnerabilidad económica bien importante; porque el 68% de dichas reservas está constituido por oro. Esto se traduce en el hecho de que si el precio de la onza disminuye en los mercados internacionales, vamos a tener una crisis en el nivel de nuestras reservas.
-Así que uno de los problemas más importantes que está atravesando la economía venezolana es el derivado del control de cambio que el gobierno ha venido soslayando y corriendo la arruga; el año 2014 era trascendental para efectuar un ajuste en materia cambiaria; no lo hizo y estamos ya, prácticamente, culminando la primera quincena del mes de enero y en forma irresponsable el gobierno no toma decisiones. Tiene el mercado paralizado; Cencoex no liquida; no se han vuelto a convocar las subastas del Sicad I, lo mismo que las del Sicad II, mientras que el paralelo se ha disparado.
¿Cuáles cree usted que van a ser los anuncios del presidente Nicolás Maduro?
-En primer lugar, el periplo que está efectuando el presidente Maduro yo dificulto que vaya a traer beneficio económico para Venezuela porque se trata de un periplo político; incluso, antes de la salida de Maduro, las decisiones que tomó fueron de carácter administrativo; no fueron decisiones de materia económica.
-Ahí lo que hubo fue un enroque donde removió al director de Cencoex. Incluso, se esperaba ese día que hiciera los anuncios, y fue una irreverencia para todos nosotros los venezolanos porque no sólo no lo hizo, sino que salió para ese viaje.
-En segundo lugar, es muy difícil estimar las decisiones del gobierno porque se trata de un gobierno que está cargado de improvisaciones; un gobierno que no mide la crisis económica por la que está atravesando Venezuela, y es un gobierno que lo que intenta hacer no lo hace. Entonces, tenemos que esperar a que Maduro llegue del periplo, y del cual, por cierto, va a regresar con las arcas vacías porque difícilmente a un país le van a dar un préstamo por 20 mil millones de dólares sin ningún tipo de condiciones.
-Una cosa es un acuerdo y otra completamente diferente son los desembolsos; de modo que para efectuar un desembolso por el monto que requiere Venezuela, que son alrededor de unos 20 mil millones de dólares tienen que cumplirse una serie de requisitos.
-La diferencia entre el FMI, el Club de París y China puede ser la opacidad. Para el FMI la opacidad es imposible; en cambio, con China la rendición de cuentas es diferente.
¿Esos 20 mil millones de dólares para qué se requieren?
-Primero que no es tanto para qué se requieren sino que la caída del ingreso petrolero asciende a unos 35 mil millones de dólares. Eso va a afectar las finanzas públicas en una forma bien importante. Incluso, puede haber un recorte en el gasto de las Misiones. El gobierno ha asegurado en varias oportunidades que va a reducir el gasto público aunque el gasto público en Venezuela es extremadamente rígido.
-Esto porque se han incrementado los organismos públicos y la única opción que yo veo para poder efectuar recortes de gastos es a través de las Misiones. De modo que una caída del precio del petróleo va a traer un impacto a mediano plazo porque en promedio el precio del petróleo estaban en 90 dólares; pero de continuar esta tendencia de 50 a 55 dólares yo creo que el impacto duro en la economía va a ser a partir de junio o julio, aproximadamente.
-Obviamente, hay que compensar esta caída de 35 mil millones de dólares de caída de los ingresos petroleros con endeudamiento. Pero hay que cumplir una serie de condiciones. Venezuela ya no tiene activos para hipotecar a menos que se efectúe la liquidación de Citgo o que se tome la decisión de vender algunos activos residuales que tenga el gobierno que no representen una cifra bien significativa; porque aunado a la caída del precio del barril de petróleo, tenemos también un problema de estancamiento de la producción.
-La producción petrolera está estancada, y yo creo que para poder levantar recursos, el gobierno tendrá que suspender o recortar los financiamientos a Petrocaribe. Pienso que por ahí por Petrocaribe el gobierno puede levantar algunos recursos pero recursos que son marginales.
¿Cuánto vale Citgo?
-El valor de Citgo está entre 10 ó 12 mil millones de dólares; pero es una cifra insuficiente, para los recursos que requiere el país.
¿Cuál es el esquema cambiario que usted propone?
-En varias oportunidades algunos economistas lo hemos propuesto. Es como redundar en más de lo mismo. La propuesta es ir a una unificación cambiaria. El país tiene tres tipos de cambio, además del paralelo. Esto lo que ha generado son fuertes desequilibrios fiscales, desequilibrio monetarios y desequilibrios cambiarios; aunado a la corrupción en el mercado.
-De modo que la propuesta es un tipo de cambio que oscila entre 40 ó 45 dólares a través de la Ley de Ilícitos Cambiarios; legalizar el mercado paralelo. Esto de alguna forma puede generarle confianza al país para que fluyan y retornen las inversiones extranjeras directas a Venezuela.
-Pero si no se establece una unificación cambiaria o el gobierno sólo unifica el Cencoex y el Sicad I con una tasa de 20 bolívares, la moneda va a continuar sobrevaluada, y no va a resolver el problema estructural de Venezuela. El factor fundamental es resolver la sobrevaluación cambiaria pues el tipo de cambio real en Venezuela oscila entre 35 ó 38 bolívares aproximadamente.
-Una unificación cambiaria te decía, y, luego, llamar a todos los sectores de la economía del sector privado del país; llamar a los académicos, y con la participación de todos nosotros los venezolanos, para colaborar a resolver los fuertes desequilibrios por los que está atravesando Venezuela, los problemas de escasez que estamos confrontando.
-En la medida en que usted no ajuste el tipo de cambio no va a ser competitivo y va a continuar reemplazando las importaciones privadas en detrimento de la productividad, que es el motor de la economía del sector privado del país.
¿Usted pudiera explicar lo que significa una medida de unificación cambiaria? ¿Eso implica un desmantelamiento del control de cambio?
-En ningún momento se puede liberar el control de cambio en Venezuela porque no tendrías al día siguiente un dólar en las reservas internacionales. Unificación significa establecer un solo tipo de cambio, agregandole el llamado crawling peg para ir devaluando la monera por inflación para fomentar el sector transable del país y fomentar las exportaciones no tradicionales.
-Pero no hay que perder de vista que establecer un tipo de cambio de 35 ó 40 bolívares, aproximadamente, representaría la mayor devaluación de la historia económica de Venezuela.
-Pero si usted unifica un solo tipo de cambio con un paralelo; pero un paralelo que esté permisado a través de la Ley de Ilícitos Cambiarios; obviamente, con la participación de la inversión extranjera directa para que entonces ingresen divisas por esta vía; entonces, usted abre el mercado cambiario y de esa forma puede bajar la presión sobre la paridad.
Hay economistas que afirman que finalmente el gobierno no hará los anuncios de las medidas sino que poco a poco, sin decir nada, éstas irán apareciendo en la Gaceta Oficial precisamente para eludir temas como el de esa devolución que usted mismo califica de “la mayor de la historia económica de Venezuela”. ¿Qué piensa usted?
-Efectivamente, el gobierno le tiene un gran pavor a la devaluación; en el 2014 era el año en que tendría que haber aplicado tanto medidas fiscales como monetarias. No podemos continuar con una indisciplina fiscal en un momento en que el déficit fiscal se ubica entre un 17 ó 18 por ciento. Este año debe estar en 22% del PIB. Entonces, más allá de establecerlo por Gaceta Oficial, si el gobierno no convoca a una cadena nacional lo importante es atender la sobrevaluación del tipo de cambio de 6,30 ó el de 12 y es insostenible.
-Esto lo que está es conllevando a unos fuertes desequilibrios sociales en Venezuela; a un gran descontento social; colas en los supermercados, colas en farmacias, y esto es la consecuencia del modelo del Socialismo del Siglo XXI decimonónico, arcaico y primitivo; que, en definitiva, lo que le ha causado es un profundo daño al aparato productivo en Venezuela.
¿Cómo ve usted el comportamiento del precio petrolero para este año?
-Según los países que pertenecen a la OPEP se estima que el precio del barril va a estar oscilando entre 70 ó 75 dólares. The Wall Street Journal ha dicho que los dos halcones petroleros: Venezuela e Irán, junto con Rusia, serán los países más perjudicados con la caída de los precios del petróleo porque son economías que no se han diversificado; del 100% de las exportaciones totales, el 96.5 es petróleo.
-De modo que somos una economía que depende del petróleo y del oro; porque la vulnerabilidad viene por dos vertientes. El 65% de las reservas es oro y el 97% de las exportaciones totales es petróleo. Entonces, mientras hay países que tienen superávits fiscales en niveles de 45 ó 55 dólares Venezuela tiene un superávit fiscal, y el cual debe estar en el 22% del PIB, y una caída de los ingresos de alrededor de 35 mil millones de dólares.
Significa que, aproximadamente, el precio del barril de petróleo en Venezuela debería oscilar en 160 dólares para poder minimizar el fuerte déficit fiscal, por el que atraviesa la economía venezolana.
Se señala que las cifras que presentó Maduro, relativas a la inflación y a la caída de la economía, fueron maquilladas. ¿Qué sabe usted al respecto?
-En efecto, la ponderación de alimentos en el Indice Nacional de Precios sufrió un cambio. Eso significa que suavizaron la inflación, y la que es mayor; en cuanto al PIB, lo que es el sector manufactura en el primer semestre disminuyó 11.7% y el sector comercio 11.5%. Eso es una caída bárbara porque ambos sectores representan el 25% del PIB. De modo que por estas cifras se puede deducir que Venezuela está atravesando por un proceso de estanflación económica; más una inflación que debe estar este año cerrando en 64%, aunque debe ser mayor si tomamos en cuenta que fue modificado la ponderación en el IPC.
-Lo que sí es cierto es que tenemos un año 2015 con indisciplina fiscal; el BCV financiando a Pdvsa en el orden de 108 mil millones de dólares; liquidez monetaria incrementada a un 65%; lo que supone que deberemos estar cerrando el año con una inflación de tres dígitos.
-Por último, quiero señalar que el objetivo del control de precios era abatir la inflación; sin embargo, esta política ha sido de un desastre total porque si observamos la cifra de la inflación desde que se implantó el mismo, ha sido de 1 mil 706 por ciento, y sin control de precios desde febrero de 1999, cuando asumió el gobierno Hugo Chávez, hasta noviembre de 2014 ha sido de 3 mil 748 por ciento. O sea que la inflación en Venezuela ha sido altísima.
Noticiero Digital
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