El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el día de ayer la reversión de la Providencia 011 de CENCOEX —que reducía los montos de los cupos para viajes— solo para clientes del Banco de Venezuela; asimismo dejó saber que atenderá personalmente las solicitudes de los mismos.
Maduro aseguró que la medida es para beneficiar a los clientes del banco, ya que ellos sí lo merecen, no como los clientes de otras entidades que se la pasan quejándose de todo lo que hace el Gobierno. Además, aseguró estar feliz de ocupar su tiempo en recibir a los viajeros personalmente, ya que eso lo releva de ocupaciones más importantes, como las de resolver la compleja crisis socioeconómica que agobia al país. “¿Quiere viajar? Tendrá primero que verse las caras conmigo. Yo atenderé personalmente a todas las personas que pidan su cupo de CADIVI. ¡Se acabó el raspacupismo! Yo evaluaré ocjetivamente (sic) los requisitos y si el cliente cumple con ellos, pues tendrán sus dólares. Yo tengo ojo para eso. Una intuición. Un sexto sentido. Y una lista de gente que firmó contra Obama, también. Que me hablen bonito y que me digan adónde van. Y si les gusta mi gobierno, claro. Si me dicen que no, me gasto los dólares en una canaimita. Recuerden que esos dólares no son suyos, son del pueblo y del gobierno; o sea, míos. Vayan pues, esos clientes del Banco de Venezuela, mis ciudadanos favoritos. Y me traen las carpetas bien hechas, que a mi me cuesta pasar las páginas. Eso sí, de 11:30 AM a 1 PM que es cuando estoy despierto” dijo Maduro, mientras practicaba con una hoja el difícil arte de poner sellos sobre un papel.
Una de las primeras personas en ser atendida por el máximo mandatario, Ronald Osorio, dijo haberse sentido complacido por el trato brindado. “Maduro me trató bien, bien. Mejor que muchas cajeras en ocasiones anteriores. Claro, a lo mejor fue porque le dije que lo amaba y que me parecía el mejor presidente de la Historia y además me traje mi camisa con ojitos de Chávez, a pesar de que no soy chavista. Pendejo tampoco soy, yo quiero mis dólares. Aunque si se molestó un poquito al tener que leer más de una línea de texto. De resto muy bien, creo que es mucho mejor como cajera de banco que como presidente. Pero bueno, esa es la impresión que a mi me da, no me hagan mucho caso”.