El video para enseñar a votar en las primarias del PSUV, donde se puede observar al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y a la ministra María Cristina Iglesias asumiendo la identidad de otra persona para sufragar.
Es algo que ha generado toda una serie de dudas en relación con el funcionamiento del Sistema de Autenticación Integrado (SAI). Sobre este tema, es prioritario aclarar que el día de una votación nacional cuando un elector coloque su pulgar derecho en el SAI se realizará la comparación digital entre la huella colocada por el elector y una huella previamente almacenada en la máquina de votación. Al resultado de esta comparación digital se le denomina “incidencia de autenticación”. En la normativa electoral existen cuatro tipo de incidencias:
1. Match (coincidencia de huellas)
2. No-match (las huellas no coinciden)
3. Sin miembros superiores (el elector no tiene manos)
4. Sin huellas registradas
En todos esos cuatro casos se puede votar.
Durante la jornada electoral cada máquina de votación “cuenta” la cantidad de incidencias de cada tipo que ocurren, además de determinar cuántas de éstas son consecutivas. Si el número de incidencias consecutivas excede los topes establecidos en el sistema, la máquina de votación se bloquea y es imposible seguir utilizándola, hasta que intervenga el presidente de la mesa (durante el primer bloqueo) o el CNE (después del primer bloqueo).
Según la normativa electoral, las máquinas de votación se bloquean si durante siete veces consecutivas registran un “no-match”. La máquina también debe bloquearse si la cantidad de electores sin huellas registradas alcanza a 20% de los votantes de la mesa o si se reporta la presencia de cinco electores de forma consecutiva sin miembros superiores. Cada vez que la máquina de votación se bloquea por algunos de estos topes se incrementan los contadores de bloqueos para cada uno de los casos.
Lo que el video ha puesto en evidencia ha generado varias preguntas. Acá algunas de ellas.
Captura del video “Aprenda cómo votar en las primarias de este 28 de junio”, difundido por MultimedioVTV. |
1. ¿El sistema que se ve en el video es el que se usa para las elecciones? El primer error básico de la demostración del PSUV es no aclarar que, al tratarse de una demostración, los equipos de votación y autenticación biométrica están desbloqueados. Esto significa (como en cualquier demostración pública que se realiza del sistema, dentro o fuera del país) que el SAI no realiza comparación de huellas. Por tanto, no existe ninguna “incidencia de autenticación”.
Otra diferencia básica entre el sistema que usará el PSUV en sus primarias y el que se emplea en un proceso electoral nacional es cómo y quién desbloquea la máquina de votación. En el caso de las primarias oficialistas, el desbloqueo se realizará directamente después de la autenticación biométrica del elector. En el caso de las elecciones parlamentarias, el desbloqueo lo realiza el Presidente de la Mesa de Votación después de alguna de las cuatro incidencias en la autenticación de la huella.
2. ¿El SAI garantiza que un elector no pueda votar más de una vez? No. El día de la votación, el SAI únicamente puede garantizar que una persona, con su cédula de identidad laminada, vote una sola vez en la Mesa de Votación donde esa cédula esté registrada. En otras palabras: el SAI garantiza “una cédula, un voto”. En el supuesto de un individuo que tenga dos cédulas, registrada en cuaderno electoral de dos mesas diferentes, el SAI no podría impedir que esa persona ejerciera su voto dos veces. Esta condición no puede ser detectada por el SAI, pues las máquinas de votación están aisladas y, por ende, no tienen comunicación entre ellas. Lo que sí sucederá es que el reporte del SAI (después de la elección) permitirá determinar cuántas personas votaron en más de una ocasión.
En el supuesto que se observa en el video, el SAI no evitaría que las personas que se observan voten en más de una ocasión en mesas distintas. Pero sí dejaría sus huellas registradas si votaron varias veces.
3. ¿El SAI ha identificado personas que votaron en más de una ocasión? Cuando el SAI no identifica las huellas de un elector (por alguna de las razones explicadas anteriormente) se le pide a esta persona que registre nuevamente sus huellas. Esa comparación no efectiva entre la huella del elector y la almacenada en el sistema se llama “no-match” y permite saber cuántas personas votaron, aunque no existiera una comparación efectiva de sus huellas.
El CNE se ha negado a entregar el reporte de “no-match” en Venezuela. No obstante, después de la auditoría de huellas de 2013, sí entregó este reporte a la UNASUR. Y en ese reporte (difundido por el Centro Carter) se reconoce que en la muestra evaluada se detectaron 243 casos de personas que votaron en más de una ocasión.
4. ¿Esta información de “no-match” fue la que solicitó la oposición en 2013? Lo que sí demuestra el video del PSUV es la importancia de los informes de “incidencias de autenticación” que se solicitaron después de la elección presidencial de 2013. En aquella ocasión, los técnicos de la oposición solicitaron al CNE entregar los estatus de autenticación de los electores en cada mesa, desglosada por coincidencias de huellas (match), no coincidencia (no-match), votante sin huellas dactilares registradas y votantes sin miembros superiores.
EL CNE nunca entregó ese reporte en Venezuela.
5. Si el CNE no entregó el informe, ¿cómo llegó a la conclusión de que 243 personas votaron en más de una ocasión? En el citado informe del Centro Carter (que se emitió seis meses después de que el CNE culminara la auditoría de huellas de la elección presidencial de 2013) se indica que la realización de la auditoría de no-duplicidad de huellas por parte del organismo comicial demostró́ que el sistema biométrico usado “aparentemente tiene la capacidad para identificar post-hoc el voto múltiple o voto usurpado […] y que la ocurrencia de estos fue relativamente baja”.
Según la información ofrecida por el CNE a la UNASUR –y citada por el Centro Carter en su informe de observación electoral 2013– la comparación de huellas se habría realizado en dos fases:
1. Una primera, automatizada, donde se clasificaron las transacciones de acuerdo al score reportado por el Megamatcher accelerator.
2. Una segunda etapa en la que se realizó una verificación manual de los resultados de la primera etapa considerados “no conclusivos”, la cual fue realizada por especialistas en dactiloscopia especialmente contratados por el ente rector. Los criterios utilizados para clasificar los resultados de las transacciones obtenidas durante el cruce de la data se dividieron en cinco categorías:
1. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 400, los cuales fueron considerados duplicados automáticos.
2. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 300 hasta 400, las cuales debían ser verificadas por un perito en un 100%.
3. Transacciones cuyo score fuera mayor o igual a 200 y hasta 300, las cuales debían ser verificadas por un perito en una muestra aleatoria del 10% del total encontrado.
4. Transacciones con un score mayor o igual a 150 hasta 200, las cuales debían ser verificados por un perito en una muestra aleatoria del 1% del total encontrado.
5. Transacciones con un score mayor o igual a 100 hasta 150, las cuales debían ser verificados por un perito en una muestra aleatoria del 0,5% del total encontrado.
Los técnicos del CNE explicaron que para que se considerase que una huella era idéntica a otra, ésta debía tener un “score de comparación” fijado a partir de 800 puntos. Es decir: para clasificar los resultados y considerar que un registro era idéntico a otro (duplicado automático), el CNE optó por un rango “relativamente bajo” de 400 puntos.
Según el análisis realizado por el CNE (los técnicos de los partidos no participaron de la revisión), los casos de posible duplicidad encontrados en la primera categoría (mayor o igual a 400) fueron 94. Estos casos fueron considerados como “duplicados automáticos”. Los casos registrados en el segundo rango (de 300 hasta 400) sumaron 153. Pero estos fueron evaluados en su totalidad por los peritos, confirmándose como casos comprobados de huellas duplicadas 131 casos. En cuanto a los casos correspondientes a la tercera categoría (de 200 a 300), se registraron 7.776 casos, de los cuales los peritos evaluaron una muestra del 10% (778 casos), en esta categoría y tras la revisión de los peritos se confirmaron 20 casos de huellas duplicadas. En la cuarta categoría (de 150 a 200) se encontraron 167.062 casos, de los cuales se envió́ a revisión manual de los peritos una muestra del 1%, posterior a la cual se encontró un duplicado. Finalmente, en la última categoría (de 100 a 150) se encontraron 4.238.248 transacciones con posibilidad de duplicado, de las cuales se envió a peritaje una muestra del 0,5%, confirmándose un caso de huella duplicada.
Una vez obtenidos los resultados de la evaluación realizada por los peritos, el organismo electoral concluyó que un total de 247 huellas fueron consideradas como casos reales y comprobados de voto duplicado. Con base a una proyección estadística que tomó en cuenta el universo de huellas registradas por el ente rector, los técnicos del CNE expresaron los resultados finales de la auditoria de no-duplicidad de huellas de la siguiente forma: “Un total máximo de 1.454 votos (correspondiente al 0.07% del total de huellas registradas) podrían haber sido afectados por casos de voto múltiple.
En cuanto al resto de las proyecciones realizadas por el CNE, el total de registros con posible problema de identidad en la base de datos del SIA fue de 9.272, que al sumarlo a los 1.454 casos máximos de posibles votos duplicados arrojan un total de 10.726 votos máximos afectados por identidad negativa o voto múltiple.
6. ¿El CNE notificó los casos comprobados de voto múltiple a la Fiscalía? No.
7. ¿Se sabe cuántas personas han votado sin que exista comparación match entre su huella y la almacenada en el sistema? Según el reporte de incidencias nacional del SAI correspondiente a la elección presidencial del 7 de octubre de 2012, en esos comicios votaron 1.656.379 personas (11% del total) sin que el SAI hubiese hecho “match” entre la huella del dedo del votante y la almacenada en la máquina.
Técnicos electorales de la oposición creen que la cantidad de electores que votaron sin que existiese comparación efectiva (match) entre su huella y el registro almacenado en la presidencial de 2013 debe ser similar a la de 2012.
8. ¿Se debería impedir votar a los electores si no hay coincidencia “match” entre su huella y la almacenada en el sistema?
No tener huellas registradas o la no-coincidencia de la huella del votante con la almacenada en la máquina no puede constituir un impedimento para votar.
Según el artículo 323 del Reglamento Electoral, parágrafo 2.2, en caso de que el SAI “refleje que el elector no posee huella dactilar registrada en el sistema (…) se procederá a capturar las huellas dactilares del elector. (…) Una vez completada la captura podrá ejercer el derecho al voto”.
Por otra parte, el parágrafo 2.3 del referido artículo 323, indica:
“En caso de que el dispositivo refleje que la huella del elector no coincide con la registrada en el SAI, el operador del Sistema Integrado informará de tal circunstancia al Presidente de la Mesa quien le informará de la situación al elector para que coloque el dedo pulgar de la mano izquierda en el dispositivo para la captación de su huella dactilar. Si no coincide, el Operador del SAI procederá a registrar ambas huellas dactilares. Una vez cumplido con el referido procedimiento el elector procederá a ejercer su derecho al voto”.
9. ¿Cuánto gastó el CNE en este sistema? Para garantizar el principio “un elector, un voto”, el CNE invirtió en el año 2011 —y primer trimestre de 2012— 244.920.000 millones de bolívares.
Aunque en la práctica el SAI sólo puede evitar que un elector vote dos veces en una misma mesa, pero no puede —por disposición legal— impedir que voten personas que no tengan sus huellas registrada o personas cuya huellas no sean reconocidas por la captahuella (no-match), su utilidad electoral radica en almacenar las huellas de todas las personas que acudieron a sufragar tantas veces como lo hayan hecho.
por Eugenio G. Martínez
via Prodavinci