El lunes el diario español El Mundo dedicó el gran titular de su primera página al escándalo del Banco de Madrid, a propósito del caso de seis prominentes venezolanos vinculados al régimen chavista-madurista encontrados en una circunstancia muy particular por sus cuentas de oscuro origen en ese banco. Esto como secuela de las investigaciones luego de lo descubierto en el Banco de Andorra.
Comentamos esto tan pronto nos enteramos de la noticia, y leímos las reseñas en los principales portales que se manejan en el país, que ya empezaban a ahondar en la información al respecto. Pensábamos que, el martes, la prensa nacional, o en todo caso la poca prensa que queda libre del control férreo del gobierno, tocaría el asunto. Pero, en rigor, salvo uno que otro diario con una nota en páginas interiores, a la prensa nacional este tema tan delicado y tan importante se le ha pasado por alto; mejor dicho, no lo han tocado. ¿Por qué? La pregunta, por lo pronto, queda en el aire.
Les comento que en los portales sí han seguido ahondando en información al respecto. Y esto es importante y crucial porque es la primera evidencia contundente que empezamos a tener los venezolanos de los espantosos casos de corrupción, mil millonarios casos de corrupción, en dólares y euros de altos y prominentes figuras del régimen.
En konzapata.com publican, con la firma de David Placer, lo siguiente:
“La fiscalía española analiza los informes sobre los chavistas del Banco Madrid.
“Al menos 15.000 clientes en España amanecieron este lunes con la noticia de que el Banco Madrid, propiedad de la entidad andorrana BPA intervenida por presiones de Estados Unidos, ha cerrado”.
Y entre estos están, por supuesto, los seis venezolanos. Sigamos: “El caso de los seis venezolanos probablemente solo sea la punta del iceberg de todo lo que saldrá a flote. El gobierno español promete llevar el caso hasta las últimas consecuencias y la indignación por la presencia de un banco opaco, presuntamente lavador masivo de dinero, en pleno centro de Madrid, también llega a sectores hasta ahora impensables”.
¿Quiénes son estos seis venezolanos? Dice la nota de konzapata.com:
“Se trata de Nervis Gerardo Villalobos, ex viceministro de Energía; Javier Alvarado Ochoa, ex presidente de Electricidad de Caracas mientras se ejecutaba la transformación de empresa privada a compañía estatal; Alcides Rondón, ex viceministro de Seguridad Ciudadana; Carlos Luis Aguilera Borjas, ex director de la Disip, policía política, de Hugo Chávez y fundador de una empresa que vende alimentos al gobierno; Omar Farías, dueño de Seguros Constitución, y Rafael Jiménez, ex directivo de Pdvsa.
“El informe elaborado por la Comisión contra el Blanqueo de Capitales investiga las cuentas de estos seis clientes con cuentas y productos financieros en el Banco de Madrid, según publica este lunes el diario El Mundo. El informe, realizado desde abril del año pasado hasta febrero de este año, contiene datos que hacen sospechar que la entidad bancaria está relacionada con delitos de blanqueo de capitales procedentes de Venezuela”.
Y en el mismo konzapata.com, en otro trabajo firmado por Elizabeth Fuentes:
“En solo 7 años, 4 meses y 11 días, la empresa Clab-Consultora Inmobiliaria, propiedad de Carlos Luis Aguilera Borjas, logró el milagro de multiplicar los 3.006 euros –con los que inició operaciones en 2007– en nada menos que 1.998.335 euros, en 2012. Cifra que bajó un poco en enero de este año, cuando su balance presentaba una ‘reducción de capital’ de 225.079 euros, dejando en sus arcas, hasta el sol de hoy, la bicoca de 1.773.256 euros. Dinero cuyo destino, de acuerdo con el escándalo que reventó la mañana de hoy con el Banco de Madrid donde lo tenía depositado, está por descubrirse”.
Este trabajo ahonda en detalles de cómo esos 3.000 euros iniciales se convirtieron en 2 millones de euros en muy poco tiempo.
¿Es cierto, como dice El Mundo madrileño, que esto es apenas la punta del iceberg para descubrir toda la corrupción que hay en Venezuela? ¿Se llegará a conocer la totalidad de ese iceberg? ¡Veremos!
Por lo pronto, la situación estalló y se está investigando fuera del país, y quizás allá tenga más posibilidades de llegar a las verdaderas y últimas consecuencias.