jueves, 13 de julio de 2017

CARTA ABIERTA A LA SRA. ELIZABETH BALL, ESPOSA DE ROBERTO PICÓN

Miami 13 de julio de 2017

Sra. Elizabeth Ball

Intentaré que esta lacónica carta abierta a su persona suene lo más respetuosa posible, porque mi objetivo de denuncia no va dirigido a Ud., a quien no conozco, si no a su señor esposo, ROBERTO PICÓN, uno de los grandes culpables de la tragedia que hoy viven Venezuela y los venezolanos, sobre todo, a partir de la farsa electoral del año 2012 (Capriles “vs” Chávez), cuando el 24 de septiembre de ese año, su señor esposo, junto al eterno-comunista – Vicente Bello – firmó, a las 10 de la mañana, la conocida “Acta de La Traición”, donde… entre otras cosas, nos aseguró que la presencia en el padrón electoral de más de UN MILLÓN Y MEDIO de votantes chimbos, inexistentes o fantasmas, no afectaría los resultados de las consultas comiciales en Venezuela.


A decir verdad, Sra. Ball, no sé si Ud. está al tanto de que su señor esposo, ROBERTO PICÓN, firmó esa acta. De haber estado al tanto de tal infausta aberración, Ud. sería co-partícipe de esa infamia. Si se está desayunando con la noticia, bueno sería que la corroborara con su señor esposo, para que éste le responda por qué lo hizo. Por qué se prestó, su señor esposo, cual vulgar cipayo, a estampar su firma (en representación del entonces-“candidato”, Henrique Capriles Radonski) en aquella infame, infeliz y traidora acta… que hoy conocemos como “Acta de la Traición I”.

Verá, Sra. Ball. Hoy en día son cientos las familias que lloran a sus hijos muertos desde la sublevación del año 2014 hasta los días que corren. Esos muchachos que han muerto defendiendo a Venezuela, estuvieran vivos de no haber sido – en gran parte – por el contubernio de su señor esposo con el régimen de los Castro en su país.

Mientras decenas de miles de muchachos venezolanos se juegan y se han jugado sus vidas en las calles de Venezuela, su señor esposo – ROBERTO PICÓN – lo único que ha hecho ha sido plasmar su firma en un documento en el que se asegura que la inclusión en el padrón electoral del CNE, de MAS UN MILLÓN Y MEDIO DE VOTANTES FANTASMAS, no incidirían negativamente en los resultados comiciales que a modo de farsa se produjeron en ese país desde (al menos) el año 2012 a la fecha… por más que en diciembre de 2015 “se ganaron” esas “elecciones” parlamentarias, con los tristes resultados que hoy ya todos conocemos.

No hay que olvidar que el Sr. Maduro “ganó” las elecciones “frente” a Capriles por un supuesto margen no-superior a los 300mil votos. Sabrá Dios a cuántos de esos electores fantasmas pusieron a votar en aquella “contienda” que colocó, oficialmente, a un extranjero ignorante y genocida, “al frente” del “gobierno” venezolano… y me perdona tantas comillas.

Si Capriles hubiera actuado a favor de Venezuela y esa acta no la hubieran firmado su señor esposo y el eterno-comunista Vicente Bello, otro gallo le podría haber cantado a Venezuela y a los venezolanos y tal vez ya su país estuviera - hace años - en vías de una recuperación en lo político, en lo económico y en lo social, ofreciéndoles un futuro a esos muchachos que hoy han muerto y que estuvieran vivo y a los que - por ahora - han sobrevivido.

Sra. Ball. Su señor esposo, ROBERTO PICÓN, es co-partícipe de todas esas muertes de todos esos muchachos que han caído desde el año 2014 a la fecha. Su señor esposo, de existir una pena capital en Venezuela, la merecería. En una Venezuela libre, uno de los que tendría que responder ante la justicia sería, sin lugar a la menor duda, su señor esposo, ROBERTO PICÓN, quien, como presidente de la Comisión Técnica de La MUD, se prestó para darle toques de legalidad a un padrón electoral bufo, total y absolutamente viciado.


No tengo la menor idea, Sra. Ball, del por qué su señor esposo – ROBERTO PICÓN - está hoy detenido. Algún chanchullo hizo que hoy le están pasando la factura... como hacen los mafiosos y los miembros del hampa común. Quién sabe si le trató de dar la mala a algún chivo pesado del régimen en uno de los tantos negocios de los llamados “enchufados”, porque, Sra. Ball: ¡su señor esposo – ROBERTO PICÓN - es y ha sido un “enchufado”!

Espero ahora que Ud. no se convierta en una suerte de “Tintori II” y se pasee por el mundo entero solicitando la liberación de su señor esposo, ROBERTO PICÓN. Espero, eso sí, que la Justicia Divina meta la mano para que su señor esposo, ROBERTO PICÓN, pague – en esta vida – todo el daño que le hizo a Venezuela y a los nobles e infelices venezolanos.

De Ud, atentamente,

Robert Alonso