El nacionalismo es sinónimo de “regresión” y supone “la amenaza más grave para la construcción de Europa”, afirma el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que acaba de adaptar para el teatro el Decamerón de Boccaccio.
“Es increíble que esto reaparezca en Europa, donde pensábamos haber superado algo tan limitado”, dijo el viernes el escritor en una conversación con la prensa en Aix en Provence (sur de Francia), donde es el invitado de honor de la Fiesta del Libro.
En un contexto de fiebre nacionalista en regiones como Cataluña o Escocia, el Nobel de Literatura de 2010 arremetió contra “una visión sectaria y limitada de la vida, que siempre genera guerra, discriminación y racismo”.
“Esto es exactamente lo contrario de la civilización y la integración dentro de la diversidad”.
En el encuentro, en francés, el autor de “Conversación en La Catedral” o “La fiesta del chivo”, entre otros muchos títulos, añadió a propósito del nacionalismo que “encerrarse en lo conocido es una regresión”.
“Es la amenaza más grave para la construcción de Europa”, apostilló.
- Optimista con América Latina -
A sus 78 años, el autor peruano se muestra en cambio “más bien optimista respecto a América Latina”, donde “está avanzando la cultura democrática”.
“Hoy en América Latina hay un consenso en favor de la democracia e incluso de la economía abierta de mercado, lo cual era antes impensable”, se felicitó Vargas Llosa, considerado un liberal, que no dejó de criticar que se haya “satanizado” tanto este calificativo.
En América Latina “no hay dictaduras militares. Está Cuba, que es una dictadura más o menos anacrónica, y Venezuela, que camina hacia la dictadura, sin haber llegado del todo a ella, porque hay una oposición muy viva”.
Vargas Llosa observó divertido que algunos gobiernos de izquierda de la región, como el de Evo Morales, reelegido para un tercer mandato en Bolivia, o el de José Mujica en Uruguay han adoptado medidas que considera liberales.
“En Uruguay, este gobierno, de extrema izquierda en un principio, es ejemplarmente democrático y ha llevado a cabo reformas liberales extraordinarias como el casamiento homosexual y la liberalización de la marihuana. ¡Bienvenido sea un socialismo como el de Mujica! Eso no tiene de socialismo más que el nombre”, explicó.
- La escritura sigue -
Activismo político aparte, el escritor tiene en camino varios proyectos literarios.
Vargas Llosa acaba de terminar de escribir una pieza de teatro, “los cuentos de la peste”, inspirada “muy libremente” del “Decamerón” del italiano Boccaccio, “una obra que siempre (lo) ha impresionado”, según afirma.
En la pieza, que será montada a comienzos de 2015 en Madrid, cuenta la historia de “unos jóvenes enclaustrados en un jardín de Florencia”, azotada de la peste, y que “deciden escapar a la muerte contándose historias”.
Aparte, está empezando también a escribir una novela ambientada en Perú, aunque según dijo no sabe todavía muy bien qué derroteros tomará.
El nobel se felicitó por el vigor de una literatura latinoamericana “muy viva”, en la que “para un joven escritor es más fácil ser publicado ahora que hace cincuenta años”, gracias a un creciente cosmopolitismo y “la mayor simpatía por parte del público local hacia los autores nativos”.
El peruano volvió a declararse un ferviente admirador de la literatura francesa, manifestando su aprecio por “los mismos de siempre”, Victor Hugo, Flaubert, Stendhal o Malraux.
Antes que a Sartre prefiere a Albert Camus, por “su idea justísima de que no se puede separar la moral de la política”, ya que esto precisamente conduce “a la violencia, la brutalidad y la intolerancia, es decir al despotismo y el totalitarismo”.
Fuente: Renaud LAVERGNE/AFP
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