Nicolás Maduro, afronta una situación dramática provocada por la caída en barrena de los precios del petróleo: en el último cuatrimestre de 2014, el barril de crudo venezolano se ha desplomado de 95 a 53 dólares y nadie se atreve a pronosticar cuándo se estabilizará.
Por cada dólar que desciende el precio, Venezuela deja de percibir 650 millones de dólares al año y en todo 2015 podría dejar de ingresar entre 20.000 y 35.000 millones de dólares.
Pero la caída del precio del crudo, cuya exportación genera el 95 por ciento de los ingresos de divisas del país, es sólo una de un abanico de malas noticias en materia económica para el próximo año, hasta el punto de que algunos especialistas pronostican ya una “tormenta perfecta” económica.
Algunas agencias calificadoras no descartan un default, aunque el gobierno ha cuidado el pago de su deuda externa y bonos petroleros.
Expertos alertaron que Venezuela podría acercarse a una situación de quiebra por el desplome petrolero, lo que podría ocurrir a mediados de marzo, cuando vencen 1.000 millones de dólares en bonos soberanos, más intereses. En el conjunto de 2015 el país deberá pagar más de 35.000 millones de dólares en vencimiento de bonos.
Los desequilibrios se vienen arrastrando desde 2012, cuando el gobierno volcó su esfuerzo y recursos en lograr la reelección del mandatario Hugo Chávez, ya enfermo de cáncer, según confesó el ex ministro de Planificación Jorge Giordani.
La crisis se agudizó durante 2014, cuando la escasez de dólares recortó el crédito del gobierno y con ello su capacidad para pagar importaciones de alimentos y medicinas. La inflación terminará el año cerca de 80 por ciento y el desabastecimiento alcanzó niveles insospechados. Además, las reservas internacionales cayeron en diciembre a 21.500 millones de dólares.
Maduro atribuyó la crisis a lo que llamó una “guerra económica” promovida por factores contra su gobierno socialista y al final del año habló de un “bloqueo financiero” internacional auspiciados por agencias calificadoras de riesgo, después de que Fitch bajara su calificación.
En noviembre, Venezuela intentó convencer a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de que recortara la producción para reflotar los precios y Maduro insistió en un precio “justo” del barril de 100 dólares. No tuvo éxito.
El ex representante de Venezuela en la OPEP Eli Habalian dijo a dpa que en los próximos meses Estados Unidos continuará produciendo el petróleo de esquistos, empujando a la baja los precios, mientras que Arabia Saudí insistirá en una estrategia para retener mercados y desestimular el bombeo de crudo no convencional.
Pese a ello, el experto descartó un colapso de los precios por debajo de 30 dólares.
Pero la caída de ingresos petroleros es sólo una parte del problema para Venezuela. Maduro evitó este año aprobar ajustes, lo que, según los economistas, prolongó el agotamiento del modelo de controles de cambios y de precios y de los enormes subsidios, el mayor de los cuales va dirigido a la gasolina -que en Venezuela es la más barata del mundo- con un gasto anual estimado en 12.000 millones de dólares.
El ex gerente del Banco Central de Venezuela José Guerra dijo que el gobierno ha seguido una política de expansión fiscal, que ha estimulado la inflación, la cual alertó podría llegar a 100 por ciento en 2015. Además estimó para este año una contracción del 4,2 por ciento del producto interno bruto (PIB).
“La disminución de los ingresos fiscales, reservas internacionales en el límite admisible, una amplia brecha cambiaria como expresión de un control de cambio colapsado, compromisos de pagos de la deuda externa que exceden la capacidad de generación de ingresos, un sistema de precios relativos destruido y la falta de un equipo económico coherente permiten concluir que la crisis económica que se conformó en 2014 se extenderá a 2015″, resumió.
Las asignaciones de divisas por el control de cambio fueron recortadas al máximo este año, lo que abultó la deuda comercial en más de 12.000 millones de dólares y mantuvo la deuda con las aerolíneas internacionales en más de 3.200 millones.
A mediados de año, el entonces ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, afirmó que el gobierno tenía un plan para aplicar una convergencia de los tres cambios oficiales y el aumento de la gasolina, lo que al final quedó de lado. Incluso Ramírez pasó a la Cancillería.
“La combinación de una menor actividad económica global, mayor producción de países no pertenecientes a la OPEP y la apreciación del dólar han determinado una disminución de los precios del petróleo.
Para Venezuela ello implica una pérdida de ingreso en divisas difícil de compensar”, señaló Guerra.
El ex asesor económico de la Asamblea Nacional (Congreso) Francisco Rodríguez considera que la recuperación de la economía requiere una serie de cambios en política macroeconómica: “El país requiere un plan que contemple el ajuste de la economía a la realidad de la baja de los precios petroleros”.
Correo del Caroní
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