CHAVISMO EN BANCO MADRID
Investigan a ex altos cargos de Hugo Chávez por blanqueo de capitales en España.
Al menos seis funcionarios del ex presidente venezolano están acusados de haber lavado dinero proveniente de sobornos a través del Banco Madrid.
Entre los funcionarios chavistas que figuran como clientes del Banco Madrid se encuentra el viceministro de Energía, Nervis Gerardo Villalobos, a quien se le atribuyen sociedades en Madeira e Islas Vírgenes
Madrid.- Este pasado fin de semana, las autoridades supervisoras españolas y las andorranas mantuvieron largas conversaciones. El objetivo era coordinarse para minimizar los daños a los clientes de la Banca Privada de Andorra (BPA) y su filial, el Banco Madrid, después de ser acusadas de colaborar en el blanqueo de capital con clientes rusos, chinos, venezolanos y mexicanos.
La investigación sobre Banco Madrid ha puesto bajo sospecha a un sector clave del régimen chavista de Venezuela: la seguridad interior y exterior del Gobierno en la etapa en la que el fallecido Hugo Chávez estuvo al frente del país. La sombra de la corrupción y el blanqueo de grandes cantidades de dinero se suma así a la que ya pendía sobre la actividad de unos servicios de seguridad siempre polémicos en un país con una fuerte represión política.
En el punto de mira de las pesquisas aparecen al menos dos nombres que tuvieron una alta responsabilidad durante los gobiernos de Chávez. Uno de ellos es Alcides Rondón, que fue viceministro del Interior y Seguridad Ciudadana. El otro es Carlos Luis Aguilera, que fue el máximo responsable de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), es decir, del espionaje chavista.
Con ellos en sus cargos, Chávez construyó los mecanismos de seguridad del régimen bolivariano, que han sido empleados para la represión política, de forma particular en los últimos tiempos -ya con Nicolás Maduro al frente del Gobierno-, cuando se ha detenido a numerosos opositores y se ha actuado con contundencia contra las movilizaciones ciudadanas.
Tanto Alcides Rondón como Carlos Luis Aguilera son militares y pertenecen al primer cinturón de seguridad del propio Chávez, a su guardia de corps. Aguilera ya participó junto a él en el fallido golpe de Estado que dio el chavismo antes de alcanzar el poder.
En el caso de Rondón, está bajo sospecha por su implicación con una empresa panameña que realizaba oscuras operaciones ahora bajo la lupa judicial.
Aguilera, ex capitán del Ejército, figura como empresario que ha podido tener relación con una Unión Temporal de Empresas (UTE) españolas que participó en la rehabilitación de la línea 1 del metro de Caracas y que está ahora mismo bajo el manto de la sospecha.
Alcides Rondón ha sido un todoterreno en el Gobierno de Chávez. Aunque su paso fuerte fue como viceministro de Seguridad Ciudadana, también formó parte del Ejecutivo como vicecanciller para Asia, Medio Oriente y Oceanía y llegó a ser canciller en funciones. Antes, Rondón desempeñó el cargo de viceministro de Información y Comunicación. En todos los casos, los nombramientos de ambos fueron difundidos por Chávez, con su peculiar estilo, en su programa dominical Aló, Presidente.
Al margen de estar al frente de las fuerzas de seguridad (donde hay unidades consideradas y calificadas de paramilitares), a su disposición estaba también el control de dos satélites de telecomunicaciones. Su capacidad de estar al corriente de los movimientos telefónicos era, por tanto, enorme. Y eso le daba una potente presencia en el seno del grupo fuerte chavista. Alcides Rondón es general del Ejército retirado y coincidió con Chávez en la academia militar.
Su director de la Disip, Carlos Aguilera, cursó estudios de Ingeniería en Sistemas (aunque no los acabó). Además de participar en el intento de golpe de Estado, fue guardaespaldas personal de Hugo Chávez durante las elecciones de 1998. Junto con otros cuatro militares formaron el “primer anillo de seguridad” del fallecido presidente venezolano. Fue el último director de la Disip antes de que se creara el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Ambos altos cargos de la seguridad venezolana tuvieron mucho que ver con la permisividad (cuando menos) del régimen ante la llegada de huidos de ETA, incluido uno de los más reclamados, Ignacio de Juana Chaos. Pese a las reiteradas peticiones históricas del Gobierno de España al régimen chavista, la colaboración para localizar y detener a los etarras ha sido nula. Allí siguen residiendo no menos de 23 integrantes de la organización terrorista.
Alcides Rondón:
Ha sido un todoterreno en el Gobierno de Chávez. Aunque su paso fuerte fue como viceministro de Seguridad Ciudadana, también formó parte del Ejecutivo como vicecanciller para Asia, Medio Oriente y Oceanía y llegó a ser canciller en funciones. Antes, Rondón desempeñó el cargo de viceministro de Información y Comunicación. En todos los casos, los nombramientos de ambos fueron difundidos por Chávez, con su peculiar estilo, en su programa dominical Aló, Presidente.
Al margen de estar al frente de las fuerzas de seguridad (donde hay unidades consideradas y calificadas de paramilitares), a su disposición estaba también el control de dos satélites de telecomunicaciones. Su capacidad de estar al corriente de los movimientos telefónicos era por tanto enorme. Y eso le daba una potente presencia en el seno del grupo fuerte chavista. Alcides Rondón es general del Ejército retirado y coincidió con Chávez en la academia militar. Está bajo sospecha por su implicación con una empresa panameña que realizaba oscuras operaciones, ahora bajo la lupa judicial.
Javier Alvarado
Fue viceministro de Desarrollo Eléctrico y dirigió Bariven, la filial de Petróleos de Venezuela. También estuvo al frente de Electricidad de Caracas, donde se vio inmerso en una polémica por la compra de la deuda a una sociedad estadounidense.
A partir de 2000 fue gerente de RRHH de Pdvsa (Petróleos de Venezuela). También desempeñó el cargo de gerente general de Pdvsa Occidente, fue director de Intevep (Instituto de Tecnología Venezolana para el petróleo) y casi inmediatamente después presidente del instituto dedicado a las investigaciones en el sector petrolero.
En 2007 se encarga de la presidencia de la Electricidad de Caracas. En 2011, el periodista Juan Carlos Zapata denunciaba los presuntos sobreprecios en los megacontratos con multinacionales españolas para las grandes obras eléctricas que llevan a cabo. Luego regresó a Pdvsa como presidente de Bariven y después volvió a Intevep. Desde entonces se desconoce de su paradero, mientras al menos tres denuncias en su contra cursan en la Fiscalía.
En 2012, la Fiscalía le acusaba por malversación de fondos y fraude a la Administración en relación con un cobro irregular a la empresa Telefónica del Perú que ascendía a más de 3 millones de soles, en 2002, cuando Alvarado era alcalde del distrito de Lunahuaná.
Nervis Villalobos
Fue viceministro de Energía y presidente de una empresa estatal. Bajo su responsabilidad circularon todas las inversiones, tanto internas como externas, relacionadas con los recursos naturales, en un país tan rico en petróleo.
Una demanda presentada en 2013 en una corte federal de Nueva York por el ex subsecretario de Estado de Estados Unidos Otto Reich alega que una empresa que fue favorecida con contratos millonarios en el sector eléctrico habría pagado sobornos a altos funcionarios de ese país, entre quienes se encontraría también el director de la petrolera oficial Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez.
Carlos Aguilera
Ex jefe de los servicios de inteligencia de Venezuela, era una persona de la máxima confianza de Chávez, con el que participó en el fallido golpe de Estado de 1992. Capitán retirado, fue también su guardaespaldas y miembro de su primer anillo de seguridad.
Cursó estudios de Ingeniería en Sistemas (aunque no los acabó). Junto con otros cuatro militares, formó el “primer anillo de seguridad” del fallecido presidente venezolano. Fue el último director de la Disip antes de que se creara el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Figura como empresario que ha podido tener relación con una Unión Temporal de Empresas (UTE) españolas que participó en la rehabilitación de la línea 1 del metro de Caracas, y que está ahora mismo bajo el manto de la sospecha.
Omar Farias
Su nombre se rodea de polémica. Ya en 2009 apareció en un amplio listado de empresarios sospechosos, vinculados con altos cargos del Ejecutivo, por enriquecerse en una trama vinculada con banca, licencias, importaciones y tráfico de influencias.
Su empresa Seguros Constitución se ubica entre las cinco más importantes de Venezuela. La empresa fue creada en el 2005, después de que Farías dejase de ser un mero corredor de seguros para pasar a controlar la empresa Sofitasa y cambiarle el nombre a Constitución. En el 2007, decide internacionalizar de la empresa, logrando expandir sus negocios a Ecuador, República Dominicana y Panamá.
Rafael Jiménez
Formó parte de la dirección de la petrolera estatal PDVSA, una empresa no sólo fundamental para la economía del país, sino que también ha sido y es estratégica en la política implantada por Chávez y continuada por Maduro.
Por: Fernando Lázaro