domingo, 17 de mayo de 2015

Las deudas llevan a la revolución venezolana al punto de extinción

Brasil solicitará a Venezuela que pague con petróleo los casi 5.000 millones de dólares que debe a empresas de ese país, un monto que corresponde a poco más de 35% de todas las facturas que aún no cancela la administración de Nicolás Maduro a miles de proveedores a nivel mundial


Uno de los Padres fundadores de los Estados Unidos, Benjamin Franklin, solía decir “es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas”. ¿Será por eso que en Venezuela la escasez de alimentos básicos cobra fuerza con el correr de los días?

Lamentablemente, para el gobierno de Nicolás Maduro, ni siquiera someter a su pueblo a las más estrictas restricciones económicas será suficiente para materializar los más de 14.400 millones de dólares que no ha cancelado a sus abastecedores a nivel mundial. Cabe hacer aquí la acotación de que en esta cifra NO se incluyen los 20 mil millones de dólares que recién ha obtenido la nación de parte de China, y que según el gobierno de Caracas para nada aumentaran el saldo rojo pues se trata de un "nuevo financiamiento".

A falta claridad en las cuentas oficiales de la administración de Maduro, nos tocó consultar los análisis de reconocidos expertos como Ricardo Hausmann, quien fue ministro de Planificación de Venezuela y jefe de la "Oficina Presidencial de Coordinación y Planificación" (1992-1993) durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Actualmente, este economista venezolano se desempeña como profesor en la Escuela Kennedy de Harvard y dirige el Centro para el Desarrollo Internacional de esa Universidad.

En su trabajo titulado ¿Hará default Venezuela?, Hausmann -  constantemente insultado por los chavistas, pero cuyos cálculos no son cuestionados por ningún funcionario de ese país – señala que estos serían a groso modo los montos que la nación suramericana debe a cientos de proveedores:

•    3.700 millones de dólares a las aerolíneas internacionales.  

•  3.500 millones de dólares exigidos por importadores de productos      farmacéuticos.

•    4.200 millones de dólares solicitados por comercializadoras de alimentos.

•    3.000 millones de dólares que exige el sector automotriz. 

•   Aparte , figuran los bonos de la deuda externa venezolana. Es importante recordar que en mayo pasado el gobierno de Maduro hizo una emisión “privada” por 5.000 millones de dólares en bonos a 10 años con cupones del 6%. 

En su análisis, el economista venezolano radicado en Estados Unidos expone que “otra pregunta diferente es si Venezuela debería pagar”. A lo que el mismo Hausmann responde que podría honrar sus deudas “si las autoridades adoptaran políticas con sentido común y buscaran el apoyo del Fondo Monetario Internacional y otros prestamistas multilaterales, como lo suele hacer la mayoría de países en problemas, se le aconsejaría renegociar la deuda externa. De esa forma, el peso del ajuste se compartiría con otros acreedores, como ya ha ocurrido en Grecia, y la economía ganaría tiempo para recuperarse, particularmente en la medida que empiecen a madurar nuevas inversiones en las reservas petroleras más grandes del mundo”.

Aunque el exministro venezolano vive a kilómetros de distancia de su tierra natal, eso no le ha impedido seguir de cerca este tema:


Por eso, Ricardo Hausmann siempre es una fuente de consulta para muchos de los que se mantienen interesados en la economía venezolana:


Brasil pide petróleo

Sumando, restando, multiplicando y recalculando... Hoy trascendió a la prensa internacional que de esos grueso 14.000 millones de dólares adeudados por Venezuela más de 35% corresponden a Brasil.

Justamente este jueves, el diario económico brasilero Valor ha reseñado que el país carioca intentará cobrar con petróleo a Venezuela los casi 5.000 millones de dólares que aún no le paga a empresas brasileñas. Las fuentes de este medio estimaron que es necesario "desmonetizar" la relación comercial entre Brasil y Venezuela, dado la falta de dólares que padece el gobierno de Nicolás Maduro.

Los cariocas consideradan una prioridad discutir el destino de estos pagos en las negociaciones con las autoridades venezolanas, que por cierto se paralizaron por las elecciones presidenciales brasileñas y el agravamiento de la crisis financiera venezolana ante la caída de los precios del crudo.

Al cierre de 2014, gracias en parte a las compras venezolanas, la balanza comercial brasileña lució mucho mejor de lo esperado. Incluso, también se registran las inversiones directas de varias empresas brasileñas que en Venezuela, como Gerdau, Braskem, Alcicla, el Grupo Ultra y diversas firmas de construcción. 

Que paguen como sea, pero que paguen

Ante la compleja situación financiera de Venezuela, otros medios de de comunicación en Brasil señalan que se estudia la alternativa de garantizar las exportaciones a ese país con el oro depositado en el Banco Central de Venezuela, que compone cerca del 60% de las reservas internacionales del país. "El objetivo es crear mecanismos que den alternativas al pago en moneda física", dijo una fuente gubernamental citada por los medios. "Todo lo que nos compran es pago en dólares, no tendría y no debe ser así", agregó.

Trascendió a la prensa carioca que al parecer el Poder Ejecutivo brasileño también ha considerado sufragar la deuda venezolana a través del estatal Banco do Brasil, quien pagaría a los exportadores y financiaría las operaciones de compra al país caribeño en varias cuotas.

Venezuela y el Mercosur

José Augusto de Castro, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Brasil, dijo hace pocos días que si la crisis económica se profundiza  en Venezuela, “su participación en la comunidad del Mercosur será puesta en entredicho… no ha existido un incremento del comercio en años recientes, y la crisis de Venezuela afectará futuras negociaciones de Mercosur con otros países y bloques”.

Castro agregó que “la única razón de que los empresarios brasileños no hayan cancelado” sus relaciones comerciales con Venezuela, “es porque no desean perder el mercado”. Asegura además que algunas compañías solo exportan a Venezuela si reciben dinero por adelantado.

Panamá

El país del istmo protagonizó en marzo de 2014 toda una telenovela con Venezuela. Durante su desarrollo se evidenció la veracidad de la creencia popular según la cual, el que no quiere honrar sus deudas puede apelar a pelearse con el acreedor.

Ricardo Martinelli, el entonces presidente de Panamá, exigió al gobierno de Venezuela el pago inmediato de una millonaria deuda con diversas empresas exportadoras, del sector farmacéutico y la aerolínea Copa. ¿La respuesta de Maduro? “No le debemos un centavo a nadie”.


El ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, encabezado en ese momento por Elías Jaua, informó que el “90 por ciento” de la deuda calculada en esa fecha entre 1.000 y 1.300 millones de dólares reclamada por Martinelli  “era fraudulenta”. Y, para poner la guinda en el pastel, Jaua amenazó con presentar cargos penales contra el gobierno de panameño, asegurando que la administración de Maduro había pagado a empresarios panameños por la importación de bienes que nunca llegaron a Venezuela.

La reacción de los empresarios panameños no se hizo esperar y saltó a la opinión pública una impáctate denuncia: sí había fraude, pero orquestado desde Venezuela, de la mano de empresarios venezolanos “en componenda con parte del gobierno, de CADIVI, del Banco Central de Venezuela y del mismo SENIAT”. Así lo señaló Leopoldo Benedetti, Gerente General de la Zona Libre de Colón”.



De Martinelli a Varela

Pasaron las semanas, se realizaron las elecciones presidenciales en Panamá y hubo cambio de administración. Se retomaron las relaciones diplomáticas entre Caracas y la ciudad del istmo, que se rompieron luego de que Ricardo Martinelli propusiera convocar a la OEA para discutir la “represión” a las protestas opositoras en Caracas y en otras ciudades del país.

Con Juan Carlos Varela como presidente de Panamá, se inició una nueva cruzada para agilizar el pago de las facturas que ahora alcanzan los 1.000 millones de dólares a diversas empresas y unos  $500 millones con la aerolínea Copa. 

A comienzos de este año, el diario La Estrella de Panamá destacaba que “2014 cerró sin solución a la deuda venezolana”. Según el medio panameño, entre el 29 de octubre y el 1 de noviembre, el titular de la cartera de Comercio e Industria de ese país - Melitón Arrocha - visitó Venezuela para gestionar el pago de las facturas. Pero, "lo único que se logró fue la reinstalación de las comisiones de ambos países para tratar el tema".

La Zona Libre de Colón

Sólo en esta zona franca, Venezuela debe a sus exportadores un monto de 535 millones de dólares. Severo Sousa, expresidente de la Asociación de Usuarios de la ZLC, dijo a La Estrella de Panamá que la reactivación de las comisiones había sido una excusa para aplazar aún más el pago de esos compromisos. Sobre el actual estatus de esas comisiones, Sousa dijo “no tenemos noticias”. Lo único cierto es que después de un año no se ha llegado a ningún acuerdo concreto, detalló.

A pesar de ese panorama, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo de Panamá, entre julio y septiembre de 2014 las reexportaciones al país sudamericano sumaron 507 millones de dólares, un aumento de $27 millones con relación al igual periodo del 2013. Sin embargo, en su mayoría, estas nuevas ventas se efectuaron previo pago al despacho de las mercancías. “No existe la confianza en el sistema cambiario venezolano para venderle por grandes cantidades a los empresarios de ese país”, aseguró el antiguo funcionario de la ZLC.

Aerolíneas entre la espada y la pared

Volviendo al territorio de Venezuela, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de ese país (ALAV), Humberto Figuera, dijo iniciado este año que la administración venezolana redujo en 2014 en una quinta parte su deuda con las aerolíneas internacionales, pero todavía mantiene un pasivo de casi 3.500 millones de dólares.

El representante gremial asegura que la mitad de los compromisos del gobierno de Maduro en el renglón de las aerolíneas está concentrada en tres empresas: la estadounidense American Airlines (US$ 700 millones), la panameña Copa (US$ 600 millones) y la colombiana Avianca (US$ 800 millones). Otros pendientes corresponden a la alemana Lufthansa (US$ 270 millones), la española Iberia y la francesa Air France.

Las deudas con las aerolíneas aéreas llevaron a una fuerte reestructuración de la oferta: las empresas pusieron aviones más pequeños para sus rutas a Venezuela, recortaron frecuencias (en algunos casos hasta un 85%) y comenzaron a operar con un gran porcentaje de asientos vendidos en el extranjero y en divisas convertibles.

A finales de mayo de 2014, el presidente de la ALAV hacía una interesante radiografía sobre las causas y consecuencias de la crisis en las líneas aéreas. 


En medio de la difícil situación que tuvieron que experimentar las líneas aéreas internacionales en 2014 ante la falta de divisas para cubrir los gastos de sus operaciones en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro quiso frenar el posible cierre de operaciones de esas empresas con una contundente amenaza:


China: 
¿Aumento de la deuda o financiamientos?

Al finalizar la reciente visita de Nicolás Maduro a China, el vicepresidente Ejecutivo de la República, Jorge Arreaza aseguró que se habían logrado acuerdos de hasta 20.000 millones de dólares.

Según Arreaza, “estos acuerdos no son deudas sino financiamientos para la producción… porque con el acuerdo que tenemos, que enviamos aproximadamente 500.000 barriles de petróleo a China, estamos subsanando el financiamiento, de manera que es una alianza para el desarrollo compartido”.

La administración de Maduro aspira estirar la nueva inyección china para  dotar la red de abastos y supermercados estadales, impulsar los proyectos de la Gran Misión Barrio Nuevo y Barrio Tricolor (con los que dicen atender el problema de viviendas en Venezuela), fortalecer el área militar, ensamblar vehículos y hasta construir satélites. “El próximo satélite será sustituido por uno hecho en el país”, ha dicho Arreaza.

Al final de las cuentas rendidas por el vocero oficial, se destacó que ante la dimensión del respaldo chino, el gobierno de Pekin ampliará sus inversiones en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, “donde está la reserva más grande de petróleo del mundo, nosotros, con nuestras técnicas, con el apoyo de varios países, produciremos más crudo”.



Por: REDACCIÓN WEB DLA / ELIANA PANTOJA