No hay que ser un experto para determinarlo, el audio que difundió el régimen es tan burdo, tan tapa amarilla, tan pirata, que se nota al instante. La desesperación del cogollo rojo para que el país vuelque su mirada sobre otros asuntos, así sean inventados, en lugar de ver los verdaderos problemas que ellos han causado, es igual de evidente.
Un audio y mil mentiras por Johnny E. Mogollón E.
Primero que todo es necesario señalar que las mentiras, siempre, tarde o temprano, termina por descubrirse, y ello ocurre porque la mentira siempre deja un rastro, señas que indican el falseamiento de los hechos, y ello ocurre con todo, no importa cuánto se esfuercen por darle apariencia de verdad a algo, pues eso sólo adelanta o atrasa el proceso de descubrimiento, pero nunca lo frena del todo.
En esta oportunidad echo mano de las pocas o muchas cosas que durante años aprendí en el negocio de la producción audiovisual, y trataré de abordarlo con un lenguaje llano para que todos entiendan por completo y sin lugar a dudas, que este bodrio es tan falso como la idea de que tenemos un bolívar fuerte.
Se podría decir sobre el audio divulgado a través del canal de propaganda del régimen, que tiene una duración de 1 minuto con 56 segundos y que está plagado de ruido ambiental disímil durante diferentes etapas de la pista, esto último indica que la pista es una construcción hecha a partir de varias grabaciones, quizá en diferentes días o a distintas horas, lo que hace literalmente imposible que sea una sola conversación, y abre una enorme ventana sobre la validez de la misma, aun cuando las voces presentes sean las de López y Ceballos.
Podríamos decir que a partir de una colección de grabaciones hechas a estos dos personajes, se hizo una sola pista en la que se puede “entender” algo que nunca dijeron, y que sin embargo da la apariencia de que sí, porque fue alterado el orden de las palabras, y esto amigos lectores, no es una multiplicación, aquí el orden de los factores sí altera el producto. Así por ejemplo, si en alguna grabación apareciese la voz de alguien diciendo:
“Yo no estaba traficando drogas, es una olla que está montando la prensa a nivel internacional, falseando la verdad”
Cualquier persona con un mínimo de conocimientos informáticos podría abrir el editor de audio identificar los bloques de audio que conforman las palabras y las pausas, y hacer, de tres maneras diferentes, que esa voz diga exactamente lo contrario, de la siguiente forma:
Frase original:
yo no estaba traficando drogas, es una olla que está montando la prensa a nivel internacional, falseando la verdad
Frases falsas:
es la verdad, yo estaba traficando drogas a nivel internacional
yo estaba traficando drogas a nivel internacional, es la verdad
la verdad es que yo estaba traficando drogas a nivel internacional
Fíjese en los colores de cada una de las palabras de las frases falsas y verá que son las mismas de la original.
Este tipo de cosas es posible hacerlas hasta con un programa básico de edición de audio, y para ser claros éste parece estar hecho con el grabador de audio de Windows 97, no sólo por su bajísima calidad de edición, sino además porque las huellas de la mentira son extremadamente audibles y comprobables en el editor.
¿Cuáles son esas marcas, esas huellas de la mentira?
Las marcas de corte no pueden evitarse, menos aún en grabaciones de este tipo, plagadas de ruido ambiental, en espacios no diseñados para tales fines y con aparatos de muy baja calidad, pues el ruido ambiente aumenta o disminuye gradualmente, a un ritmo casi imperceptible si la grabación es continua, pero si es modificada, es posible que se corten bloques en zonas de grabación con mayor intensidad de ruido ambiental y se peguen en medio de espacios en los que es menor y viceversa, lo cual genera una especie de chasquido, que no es más que el salto que da la onda sonora para de baja a alta intensidad o al contrario.
En la parte de abajo colocamos el video de su fuente original para que lo compruebe usted mismo.
Las marcas de corte están en la siguiente cronología, mueva con el pulsor del ratón la posición del video hasta poco antes de los tiempos indicados y podrá comprobarlo:
1° Segundo 3 con 964 centésimas: Marca de que fue pegada en ese lugar un bloque distinto.
2° Segundo 6 con 241 centésimas: Marca de pegado, además se nota que en el momento previo al corte en el ruido ambiental estaba presente un camión que luego de éste deja de escucharse.
3° Segundo 11 con 614 centésimas: Marca de inserción.
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4° Segundo 16 con 789 centésimas: Marca de inserción. Aquí también pueden escucharse diferencias entre el antes y el después del sonido de fondo y el tono de voz.
5° Segundo 18 con 156 centésimas: Marca de inserción.
6° Segundo 28 con 968 centésimas: Marca de inserción. Este es uno de los mejores ejemplos de que es un audio sucio, pues la onda que iba subiendo (más o menos en 0,5) antes del corte, es “empatada” con otra que fue seccionada en su valle cuando estaba en -1. Además hay diferencias en tonos de voz, cadencia de la conversación y niveles de ruido.
7° Segundo 31 con 504 centésimas: Marca de inserción.
8° Segundo 34 con 306 centésimas: Marca de inserción. Se nota además que cortaron una palabra.
9° Segundo 35 con 775 centésimas: Marca de inserción con diferente ruido ambiental antes y después de la marca.
10° Segundo 45 con 515 centésimas: Marca de inserción.
11° Segundo 47 con 353 centésimas: Marca de inserción.
12° Minuto 1 Segundo 0 con 185 centésimas: Marca de extracción. Este segmento quedó vacío, sin ningún tipo de audio, aunque los interlocutores hubiesen hecho silencio, se hubiese grabado el ruido ambiental.
13° Minuto 1 Segundo 3 con 031 centésimas: Marca de inserción.
14° Minuto 1 Segundo 8 con 617 centésimas: Marca de inserción.
15° Minuto 1 Segundo 21 con 429 centésimas: Marca de inserción con diferencias antes y después de la inserción.
16° Minuto 1 Segundo 37 con 882 centésimas: Marca de inserción.
17° Minuto 1 Segundo 40 con 617 centésimas: Marca de inserción.
18° Minuto 1 Segundo 41 con 665 centésimas: Marca de inserción.
19° Minuto 1 Segundo 49 con 023 centésimas: Marca de inserción.
Como conclusión podemos decir que esta es la jugada más desesperada que ha tenido el régimen, después de justificar las grabaciones de radio del fiambre activando el plan Ávila para matar venezolanos de sus mismas filas durante los sucesos del 11 de abril. Es una basura muy mal hecha que sólo busca cambiar el foco de atención de los venezolanos, al tiempo de manchar los nombres de Daniel Ceballos, Leopoldo López, y los líderes de oposición que allí son nombrados. Creo que el G-2 se quedó en la era de las cintas magnéticas, quizá, amigos lectores, eso también nos diga cuán adelantados están los cubanos que hicieron este cutre trabajo.
Por Johnny E. Mogollón E.