La tendencia o vocación de las personas de irrumpir para dar golpes de estado, apoderarse sorpresivamente de los organismos claves de la administración pública y romper el hilo constitucional de una nación, es lo que conceptualmente, denominamos GOLPISMO. En América Latina la epidemia golpista ocurrió en la década de los 60 y los 70 del siglo pasado, cuando varias democracias del continente fueron interrumpidas y sucumbieron ante militares golpistas, que en esos tiempos, invocaban el peligro del comunismo, para asaltar el poder, fue así como cayeron gobiernos constitucionales en Argentina, Brasil, Ecuador, Chile, Perú, Bolivia y Uruguay, sin contar las añejas dictaduras que imperaban en Centroamérica y el Caribe. El GOLPISMO parecía haberse superado en la región, hasta que en 1.992 se produjo un movimiento sedicioso en Venezuela, cuando el 4 de febrero una logia militar encabezada por los tenientes coroneles Hugo Chávez, Joel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas y Urdaneta Hernández, irrumpieron la madrugada de ese día con tanquetas, fusiles y armas de todos los calibres, para tratar de asaltar el poder a sangre y fuego y asesinar al Presidente Constitucional de la República Carlos Andrés Pérez y luego el 27 de noviembre cuando el general Grúber Ódreman y el almirante Cabrera Aguirre, complementaron la segunda asonada militar golpista y lanzaron una acción artillada con BRONCOS y TUCANOS que surcaron el cielo caraqueño, para bombardear el palacio de Miraflores y la ciudad en general, sembrando de terror y pánico a todos los habitantes de la Gran Caracas. Esos dos alzamientos militares armados, fueron derrotados por la acción conjunta del Presidente y las fuerzas armadas leales a la Democracia y la Constitución y sus protagonistas en su casi totalidad, fueron perdonados y sobreseídos sus juicios por el Ex Presidente Rafael Caldera y tienen 16 años en el poder. Con el control absoluto de los poderes públicos, las instituciones y las armas de la República.
Hago esta conceptualización del GOLPISMO y el sucesivo recuento histórico, para dejar al descubierto a los fariseos que gobiernan, porque son ellos los experimentados en materia de golpes de estado y para reafirmar que en los anales de nuestra historia, los venezolanos jamás hemos observado a Antonio Ledezma, María Corina Machado, Diego Arria, Julio Borges o Leopoldo López, en acciones de comando, empuñando armas largas o conduciendo Tanquetas, Broncos o Tucanos, para desde Aire, Mar o Tierra, asaltar el poder por la fuerza en Venezuela. De allí que este repetido show, no deja de ser eso, un nuevo show, como tantas veces los montó el fallecido de Sabaneta, para tratar de distraer al País en esta dirección y tapar la gravedad de lo que está ocurriendo en nuestra Venezuela, tanto con las denuncias contra Diosdado Cabello y el resto de altos funcionarios que están siendo acusados y sancionados desde los Estados Unidos por presuntos hechos de corrupción, narcotráfico y violación de los derechos humanos, como la caótica situación económica que nos devora, porque además de las inmensas colas y el brutal desabastecimiento, se agrava con las últimas medidas de carácter monetario y fiscal, anunciadas por Maduro y sus ministros, que el único resultado que nos traerá es el mayor empobrecimiento y la desmejora de la calidad de vida de los venezolanos. Hasta cuando pan y circo, con más circo que pan, si fueren sensatos y algo les doliera la Patria, debería renunciar e irse.
Por Pedro Segundo Blanco