El senador republicano de EE.UU. Marco Rubio afirmó hoy que la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, es una muestra más de la “opresión cobarde” del Gobierno de Nicolás Maduro e instó al presidente estadounidense, Barack Obama, a endurecer sus políticas contra el país suramericano, publica El Nacional
“La detención del alcalde Ledezma es solo una prueba más de que Nicolás Maduro no se detendrá ante nada para asegurar su gobierno tiránico y silenciar la demanda del pueblo venezolano por un futuro democrático y libre”, denunció Rubio en un comunicado.
Ledezma, alcalde de Caracas desde 2008 y uno de los líderes más conocidos de la oposición venezolana, fue imputado este viernes por su supuesta vinculación con una conspiración para “organizar y ejecutar” actos violentos contra el gobierno de Maduro.
En el comunicado, Rubio, de origen cubano, consideró que el arresto del alcalde y el “acoso” a otros miembros clave de la oposición venezolana es “el último ejemplo de la opresión cobarde y paranoica” del Ejecutivo de Maduro al pueblo venezolano.
Por eso, el senador instó al Gobierno de Obama a exigir la liberación tanto de Ledezma como del dirigente opositor preso Leopoldo López, al que las autoridades venezolanas acusan de los hechos violentos ocurridos tras una marcha el 12 de febrero de 2014, que dejaron destrozos en edificaciones oficiales y tres muertos.
“Estas últimas medidas adoptadas por el régimen de Maduro requieren una respuesta de la Administración Obama”, consideró el legislador, posible candidato a la nominación republicana para la Presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2016.
“No podemos permitir que el pueblo venezolano siga sufriendo a manos de Maduro por más tiempo”, subrayó el senador.
Al llamamiento para la liberación de ambos políticos, se sumó el congresista por Florida Mario Diaz-Balart, quien reclamó el “cese inmediato del acoso” a los “líderes valientes” de la oposición venezolana.
Ledezma fue detenido ayer por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en la capital venezolana, y será procesado -según explicó posteriormente Maduro- “por todos los delitos cometidos contra la paz del país”.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela están bajo mínimos, sin embajadores en las respectivas capitales desde 2010, y con unas nuevas sanciones anunciadas por Washington a comienzos de mes contra funcionarios del país suramericano.